Más dinero para las arcas públicas y menos presión fiscal para las familias. Ese es el resumen muy básico del Consejo Vasco de Finanzas celebrado ayer en Gasteiz. Las tres haciendas forales vascas van a recaudar este año 900 millones de euros más de lo previsto y tendrán recursos suficientes para atender las necesidades de los ciudadanos. En ese contexto y con el objetivo de permitir que lo hogares dispongan de más recursos, las diputaciones aplicarán en 2023 una nueva deflactación del IRPF del 2%. Asimismo, prorrogarán la deducción de 200 euros para las rentas inferiores a 30.000 euros, así como la reducción gradual de la misma para quienes ganen de 30.000 a 35.000 euros anuales.

El ajuste fiscal del próximo año se sumará al 5,5% aplicado este ejercicio. De modo que el alivio fiscal acumulado asciende al 7,5%, un porcentaje similar, aunque no están directamente relacionados al incremento de recaudación registrado durante este curso, y que supondrá un desahogo para las familias en plena escalada de los precios.

Récord de recaudación

El Gobierno Vasco y las diputaciones forales anunciaron ayer un nuevo récord de recaudación para este año y anticiparon que en 2023 se volverá a romper el techo de ingresos en la CAV. Es cierto que el repunte de los precios inyecta más energía de la habitual al IVA, pero también están trabajando a pleno rendimiento los motores del IRPF por el repunte constante del empleo e incluso el Impuesto sobre Sociedades empieza a mostrar un mejor tono.

Todo ello en un contexto de inestabilidad absoluta, con las materias primas fuera de todo control, el consumo lastrado por la inflación, escasez de componentes y, en general, con las empresas vigilando constantemente la evolución de una guerra a las puertas de la Unión Europea. Aún así, los números cuadran en Euskadi.

El listón de la recaudación superará por primera vez los 17.000 millones, una proeza cuando el objetivo, también ambicioso, apuntaba a elevarse por encima de los 16.000 millones y establecer un nuevo récord.

Pero es que además, el cálculo para el próximo año apunta a romper la barrera de los 18.000 millones. Puro oxígeno en un momento complejo en el plano económico.

El IVA volverá a ser en 2023 el tributo con mayor crecimiento, más de un 9%. Justo por detrás, el Impuesto sobre Sociedades repuntará un 8,5%, mientras que el IRPF avanzará un 2,5%, la mitad que este año.

El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, destacó que, en un periodo de “gran turbulencia”, las administraciones vascas tienen que “moverse con gran flexibilidad”, al igual que en los dos años anteriores a causa de la pandemia, para desarrollar unos presupuestos que cubran las necesidades de los ciudadanos.

En esa dinámica hay que enmarcar la nueva deflactación del IRPF. No se trata como recordó el consejero de la única medida adoptada para ayudar a las familias a afrontar la inflación, sino que “se están tomando un montón” de decisiones como dotar de más dinero a diversos programas de ayudas.

En el caso de Bizkaia estas medidas supondrán 213 millones menos para las arcas forales, explicó su diputado general, Unai Rementeria. El alavés Ramiro González destacó que la previsión de ingresos permitirá “unos buenos presupuestos” orientados a proteger a familias y ayudar a las empresas. El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, subrayó que la institución que preside dispondrá de “estabilidad” financiera para mantener el gasto social y hacer inversiones. Por último, el presidente de Eudel, Gorka Urtaran, se felicitó porque en 2023 habrá más recursos para afrontar el aumento del gasto.