“La batalla ha terminado antes de empezar”. LAB lamenta que ELA y UGT alcanzaran ayer junto con Adegi un preacuerdo en el convenio del Metal de Gipuzkoa que califica de “barato” porque con unas negociaciones más prolongadas podrían haberse conseguido más avances. Según ha señalado hoy, este preacuerdo confirma la alianza entre ELA y Adegi que “hipoteca el futuro de las trabajadoras y trabajadores de Gipuzkoa”.

LAB ya advirtió con anterioridad de la sintonía de ELA con la patronal guipuzcoana, y hoy se ha reafirmado al recordar que en pocas semanas se han dado dos ejemplos de ello. Además del preacuerdo alcanzado en el Metal, ha señalado que el pasado miércoles se firmó el convenio de la Industria y Comercio de la Alimentación del territorio un día antes de la convocatoria de huelga. La central sindical vasca también había convocado seis jornadas de paro en el Metal que se iban a desarrollar en junio y julio.

En este sentido, LAB ha admitido el elevado número de huelgas que se desarrollan en Gipuzkoa, que ELA atribuye a su capacidad movilizadora al asegurar que ha convocado el 88% de ellas. Sin embargo, LAB advierte de que estos paros se realizan en sectores en los que Adegi no es la patronal mayoritaria, lo que ha apuntado como un ejemplo más de “la alianza entre ELA y Adegi” y la apuesta del sindicado de Mitxel Lakuntza por, según ha dicho, la paz social.

COMPROMISO CON LOS CONVENIOS SECTORIALES

En cambio, la central sindical liderada por Garbiñe Aranburu e Igor Arroyo afirma que gracias a su compromiso con los convenios sectoriales ha salido adelante el convenio del Metal de Gipuzkoa porque, como ha dicho, con anterioridad ELA defendía los pactos de empresa “que se han relevado como fracasos sin el convenio sectorial”. Del mismo modo, considera que una unión de ELA y LAB habría servido en el Metal de Gipuzkoa para “disputar a los empresarios los beneficios que están teniendo y dar nuevos pasos en la lucha contra la precariedad”.

Por contra, “ELA ha elegido a la patronal como acompañante” en una alianza que “promueve la división sindical y debilita a las trabajadoras y trabajadores, buscando la desactivación” lo que, según afirma, beneficia a Adegi.