eibar - El sector eólico vasco dio ayer un paso más hacia la excelencia con la inauguración del primero de los cinco bancos de ensayos que integrarán el Centro Eólico de Fabricación Avanzada, con el que se persigue impulsar una investigación especializada de cada uno de los procesos de fabricación de aerogeneradores para incrementar la competitividad de esta industria a nivel mundial.
El proyecto Windbox data de 2014 y un año después puede comprobarse su primer resultado, que fue presentado ayer en el centro tecnológico IK4-Tekniker del Polo Tecnológico de Gipuzkoa en Eibar donde está instalado.
La función de esta instalación consiste en probar el sistema por el que las palas de los aerogeneradores se mueven en función de la dirección y la velocidad del viento, cuyo objetivo es aprovecharlo al máximo para generar la mayor cantidad de energía con el menor trabajo del aerogenerador.
Se trata, según destacó ayer el director del Clúster Vasco de Energía, José Ignacio Hormaeche, de “uno de los sistemas críticos en cualquier aerogenerador, especialmente en los de gran potencia”, por lo que la optimización de su fiabilidad y seguridad permitirá ofrecer un producto avanzado que puede competir en mercados internacionales.
Este banco de ensayos tiene como una de sus principales virtudes incorporar una alta tecnología que posibilita estudiar minuciosamente cada uno de los componentes del sistema de palas por separado y en conjunto y ofrecer así una información detallada para el perfeccionamiento de su diseño.
Además, es capaz de recrear la totalidad de situaciones externas y poder así comprobar cómo responde el sistema en cada una de ellas e identificar los aspectos que se pueden mejorar. Al estar situado en una instalación concreta, las empresas participantes en el proyecto se evitan tener que habilitar espacios propios con el consiguiente ahorro de costes.
Este banco de ensayos es el primero de los hitos que contempla el proyecto Windbox, del que forman parte prestigiosas compañías del sector eólico vasco como son Antec, Adwen, Erreka, Gamesa Eólica, Gamesa Innovation and Technology, Glual, Hine, Lau Lagun y Wec. Todas ellas se constituyeron a inicios de este año en entidad jurídica con carácter propio bajo la coordinación del Clúster Vasco de Energía.
El presupuesto de este programa es de 13,5 millones de euros, de los que 4,5 son aportados por el Gobierno Vasco, con los que se financiarán otros cuatro bancos de ensayos. Las áreas de investigación específicas serán el generador, los rodamientos de pala y buje, el sistema de orientación de góndola y las uniones atornilladas.
Una vez completado todo el proceso, las firmas vascas tendrán “un equipamiento de vanguardia que les permitirá mejorar los componentes para aerogeneradores, lo cual las dotará de un diferencial competitivo con sus competidores globales”, según señaló el consorcio.
La participación del Ejecutivo vasco ha sido muy importante, aunque la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia, minimizó la cuarta parte del presupuesto total que aporta el departamento para otorgar protagonismo a “el presupuesto, implicación y horas de trabajo” que han invertido los responsables empresariales.
Tapia avanzó que en estos momentos no se contempla la creación en la CAV de nuevos parques eólicos ni en tierra ni en mar, pero puso en valor esta instalación porque servirá para que “nuestras empresas sean cada vez más competitivas y se mantengan en posiciones de liderazgo como hasta ahora en los mercados mundiales”.