donostia - La consejera vasca de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia, trasladó ayer “todo el apoyo” del Gobierno Vasco al sector de la Máquina Herramienta ante las consecuencias que padece “como consecuencia de intervenciones desmesuradas y fuera de lugar”, e instó al “conjunto de las instituciones” a no añadir nuevas trabas a una actividad que ya tiene que enfrentarse a amenazas en entornos geopolíticamente complejos.

La consejera vasca aludió con estas palabras a la intervención policial desarrollada el pasado 10 de septiembre en la empresa alavesa del sector Zayer, bajo sospecha de vender supuestamente material ilegal a Rusia. En opinión de Tapia, este tipo de actuaciones ponen en entredicho la imagen de la compañía y afectan a su facturación.

Durante su intervención en una jornada sobre el reto de las empresas ante un nuevo escenario digital organizado por Cre100do, Arantxa Tapia hizo esta referencia expresa a las empresas que desarrollan su actividad en el sector de la Máquina Herramienta, cuyo grueso se ubica en el territorio guipuzcoano.

La consejera vasca alabó el alto grado de internacionalización de estas compañías, pero recordó que esta característica les obliga a enfrentarse a problemas y amenazas propias de “realidades complejas rodeadas de intereses geopolíticos”. Por este motivo, instó al “conjunto de las instituciones” a no “incrementar esas trabas”.

En este escenario internacional en el que las normas y la legislación son muy diferentes y las empresas deben actuar con mucha cautela, la labor que en opinión de Tapia deben desarrollar todas las instituciones es “ser generadoras de un marco estable de actuación”, en lugar de realizar “injerencias desmedidas que pongan en riesgo la credibilidad, la trayectoria y, lo que es más importante, el negocio de las propias empresas”.

“Las instituciones tenemos cometidos que estamos obligadas a cumplir, cada cual desde su competencia y obligación”, pero según matizó, “el proceder, las formas a la hora de ejecutar nuestras competencias deben ser también ejemplares”.

La estabilidad fue una de las cualidades en las que incidió en el transcurso de su intervención como un instrumento eficaz para fomentar la competitividad del tejido empresarial, más aún cuando una importante parte de su actividad se desarrolla fuera de nuestras fronteras, como es el caso de la Máquina Herramienta.

En ese objetivo de lograr los ámbitos más estables posibles, las instituciones también pueden realizar su aportación que, a juicio de la consejera vasca, se traduce en ser “eficaces” y capaces de dar respuesta a las necesidades de las empresas “sin ahuyentar sus ventas”.

Aunque sin aludir expresamente el episodio vivido por la alavesa Zayer, el Gobierno Vasco muestra así su postura ante la operación policial que se desarrolló en sus instalaciones por una supuesta exportación de maquinaria de uso bélico a Rusia, país bajo embargo comercial internacional.

La investigación, todavía hoy abierta, se centra en averiguar si esta firma vendió material de doble uso en una práctica muy perseguida. Durante horas, la fábrica estuvo ocupada por decenas de policías en un despliegue de tales dimensiones que al inicio incluso hizo pensar que se trataba de una operación antiterrorista.

Las pesquisas tratan de conocer si esta firma ha mantenido relaciones comerciales directas con empresas bajo embargo internacional para venderles material industrial que podría ser reutilizado después como piezas para su industria militar o si han contactado con terceras empresas que realizan esta práctica.

Las características del sector de la Máquina Herramienta convierten a sus empresas en objeto de atención especial por parte de los agentes de vigilancia aduanera, que en cuanto sospechan de algún movimiento extraño organizan este tipo de operativos.

Otros ejemplos se pueden encontrar en Gipuzkoa, donde Goratu de Elgoibar también fue registrada por la Guardia Civil tras detectar que una de sus máquinas había sido desviada a Irán. Con anterioridad, la firma vizcaína Ona Electroerosión fue acusada de exportar maquinaria de doble uso a Irán en un caso que se resolvió con el pago de una multa.

Fluval, alavesa al igual que Zayer, también protagonizó un desagradable episodio de este tipo. La fabricante de válvulas tuvo que desmentir “de manera rotunda” a principios de 2013 que estuviera relacionada con la exportación de utillaje de níquel a Irán.

Con motivo de estos casos, las Cámaras de Comercio vascas pidieron a las empresas que se informaran antes de realizar transacciones comerciales con Irán o Rusia porque, aunque puede haber casos aislados de actuaciones de mala fe, la mayor parte lo hace “por desconocimiento o por mala praxis”.