El grupo de trabajo de Simbología franquista, integrado en el Consejo de Memoria Histórica de Donostia, ha lamentado que “la propuesta para que la escultura del Sagrado Corazón en el Catálogo de símbolos y elementos contrarios a la memoria democrática no haya contado con el apoyo del alcalde ni del concejal delegado de memoria histórica”.

Pese a todo, el citado grupo ha asegurado que se “reafirma” en la propuesta presentada al consejo, que han asegurado que se basa “en el análisis de la documentación histórica y en las nuevas leyes de memoria democrática, así como en la necesidad de que la ciudadanía conozca el origen franquista del Sagrado Corazón”. 

De antes de la Guerra Civil

Eneko Goia ya había anunciado previamente su oposición a la propuesta del grupo de trabajo de Simbología, ya aseguró que el encargo para la construcción de la escultura era “anterior a la Guerra Civil”. El primer edil donostiarra aseguró, además, que el Sagrado Corazón “está muy bien donde está”.

Tanto el alcalde, Eneko Goia, como la portavoz del PSE, habían destacado la idea de que el encargo del Sagrado Corazón es previo a la Guerra Civil. En concreto, Oyarbide informó que “ un informe de Aranzadi elaborado a petición del Ayuntamiento de San Sebastián, que “concluye que si bien la dictadura franquista trató de apropiarse simbólicamente del monumento tras el final de la guerra las primeras iniciativas para su construcción datan de entre 1926 y 1929, en plena dictadura de Primo de Rivera, y responden a una devoción religiosa y artística sin vinculación directa con el régimen franquista”. 

Pero según han explicado los integrantes de este grupo, en el Consejo de Memoria celebrado el miércoles “no se presentó ninguna otra información complementaria que demuestre otro origen de la escultura que no sea el acta del Pleno del Ayuntamiento de 31 de mayo de 1939”.

En esta acta, han subrayado, “queda perfectamente demostrada la motivación principal y exclusiva de exaltación del alzamiento franquista y su carácter defensor del nacional- catolicismo.

En el Consejo de Memoria Histórica no se votó la propuesta del grupo de trabajo de incluir al Sagrado Corazón en el catálogo antes citado, pese a lo que este foro ha anunciado su voluntad de seguir trabajando “para buscar otras fórmulas “ con el objeto de lograr este fin.

Edificios privados

El Consejo de Memoria Histórica, en el que están representados todas las formaciones políticas menos el PP y otros organismos que trabajan en este ámbito, sí consideró necesario realizar una revisión del catálogo de simbología franquista en los edificios privados que puede consultarse en la web del Ayuntamiento. Y es que dicho catálogo se encuentra “desactualizado y de los 16 símbolos actuales solo quedan tres, y habría que incluir otros tres recientemente aparecidos”.