El Pleno del Ayuntamiento de Donostia, con los votos a favor de PNV y PSE, la abstención de EH Bildu y Elkarrekin Donostia y la oposición del PP, ha dado luz verde de forma inicial la ordenanza que regulará la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que según ha anunciado el concejal de Ecología, Juantxo Marrero, se aprobará de forma definitiva el mes de noviembre.

En la sesión plenaria de hoy, además del dictamen que proponía la aprobación inicial la ordenanza y su exposición al público, se han votado las enmiendas presentadas por Elkarrekin Podemos, ya que EH Bildu y PP registraron las suyas fuera de plazo. 

La norma, que cuenta con 18 artículos, establece también un régimen sancionador que no se aplicará hasta que hayan transcurrido tres meses desde su entrada en vigor.

La ordenanza, que determina una ZBE que va desde el Paseo Nuevo hasta la Plaza Centenario y desde San Roque al Urumea, limita la circulación de los vehículos a motor en este ámbito atendiendo las etiquetas ambientales de los mismos.

Según ha explicado Marrero, a la hora de seleccionar el ámbito de aplicación de la ZBE se han tomado en cuenta los datos de la estación de medición de emisiones de la calle Easo, “que es la que peores cifras generales arroja” y que “da continuidad a la zona de prioridad peatonal preexistente como es la Parte Vieja.Además, ha informado, esta es una zona “tractor” que aglutina el 20% de los desplazamientos del municipio.

En dos fases

La ordenanza, ha recordado, se aplicará en dos fases. La primera se prolongará entre el 1 de enero de 2025 hasta el 1 de enero de 2028, plazo en el que se prohibirá la entrada a los vehículos sin etiqueta ambiental. La segunda comenzará en 2028 y se ampliará la limitación general a los vehículos con la etiqueta ambiental B.

La normativa, además, establece una serie de excepciones y autorizaciones especiales, de carácter general y puntual, cuya tramitación, ha informado el concejal de Ecología, se realizará “siempre que sea posible, a través de una declaración responsable o de la forma más simple, habilitándose también esta opción en la web municipal”.

Las infracciones serán de 200 euros y se podrán aumentar un 30% para los reincidentes. 

Con la aprobación de hoy se da inicio al periodo de alegaciones.

Enmiendas

El portavoz del PP, Borja Corominas, expresó el parecer de su grupo, aunque las enmiendas no llegaran a tiempo.

Según el PP, las mediciones realizadas no justifican una ordenanza que, a su entender, no es necesaria. “31 mediciones de 31.120 han dado valores por encima de lo que no se considera saludable” , ha señalado.

“·No está justificado poner la ciudad patas arriba”, ha añadido Corominas. “¿No será que se trata de combatir la contaminación en San Sebastián por ideología? ¿No será que están absortos en defender un dogma de fe?”, se ha cuestionado.

Si para el PP la ordenanza sobra, para EH Bildu resulta pobre “y le falta ambición y valentía”. “Sospecho que el Gobierno ha buscado cumplir con el expediente, alcanzando los mínimos que establece la Ley”, ha declarado la concejala Garbiñe Alkiza.

“Se ha desaprovechado la oportunidad de tomar medidas más contundentes ante una situación de emergencia climática”, ha añadido.

Las enmiendas de EH Bildu, que no se han podido votar, abarcaban distintos aspectos, desde la ampliacion del ámbito de actuación de la ZBE a la limitación de los aparcamientos en rotación o la inclusión de la contaminación acústica en las mediciones, 

Víctor Lasa, Elkarrekin Podemos, también ha defendido mayor ambición en la ordenanza, porque “cada gramo que se evite de contaminar cuenta”.

A juicio de Lasa la ordenanza “cumple el expediente justo, justo”, por lo que ha defendido también abrir el ámbito de aplicación y imprimir más velocidad a su activación real, por entender que “hasta 2028 no se verán los efectos”.

Ni corta ni larga. Para la concejala de Movilidad y edil del PNV, Olatz Yarza, la ordenanza es la que tiene que ser y busca “mejorar la calidad de vida” de las y los donostiarras “en el sentido más amplio”, con un “objetivo muy claro y medidas ajustadas para lograrlo”.

Para ello, ha asegurado, el Gobierno local “ha escuchado todas las opiniones y también escuchará las que vendrán”.