El Ayuntamiento de Donostia ha presentado este martes la Zona de Bajas Emisiones de Donostia, que se extenderá desde el Boulevard hasta el Parque Araba, lo que significará que a partir de 31 de diciembre de 2024 no podrán acceder a ella una serie de vehículos cuyas condiciones se irán determinando en el proceso participativo que el Ayuntamiento de Donostia pondrá en marcha y que derivará en la ordenanza correspondiente.

Así lo han anunciado este martes el alcalde de la ciudad, Eneko Goia, y la delegada de Movilidad y Transporte Sostenible, Olatz Yarza (ambos del PNV); y la delegada de Ecología, la socialista Marisol Garmendia. En su comparecencia, el primer edil ha explicado que el Consistorio afronta "un proceso largo, complejo y participativo. Vamos a tratar de compartirlo al máximo posible, recoger el mayor número de impresiones y puntos de vista, para desembocar la entrada en vigor el 31 de diciembre de 2024".

Como "primer paso", el PMUS y la ZBE "se someterán a aprobación en la Junta de Gobierno Local el 26 de diciembre con carácter inicial. Lo estamos compartiendo con agentes que se verán afectados como con los medios de comunicación".

Cuál será la ZBE

En dicha propuesta inicial, la Zona de Bajas Emisiones abarca la zona con mayor densidad de desplazamientos de la ciudad, la que registra la "mayor concentración de contaminantes atmosféricos"; es decir, toda la Parte Vieja, Área Romántica, Amara Viejo y San Roque hasta terminar en la Plaza del Centenario.

Propuesta para la Zona de Bajas Emisiones de Donostia

Propuesta para la Zona de Bajas Emisiones de Donostia Donostiako Udala

La nueva ZBE, explica el Ayuntamiento, contempla una implementación progresiva que llevará seis años y "diferentes fases, que permitirá ir adaptando el parque móvil y la gestión administrativa para su aplicación efectiva. La propuesta inicial delimita una zona que se extiende desde el Boulevard hasta el parque de Araba, englobando la zona centro e incluye a San Roque".

El Consistorio "pondrá en funcionamiento cámaras de control de matrículas distribuidas en la principales calles de acceso a la zona, que leerán de forma automática las placas de los vehículos y las comprobará en tiempo real en la base de datos de la Dirección General de Tráfico, que ofrecerá el resultado de la antigüedad del vehículo y por tanto, si puede acceder o no a la ZBE".

Qué vehículos podrán acceder

En una primera fase, que se prolongará hasta 2027, no podrán acceder a la ZBE aquellos vehículos que carezcan de etiqueta ambiental, aunque se autorizará el acceso a residentes, personas con movilidad reducida, etc.

A partir de 2028, se pondrá en marcha una segunda fase, en la que aquellos vehículos con etiqueta ambiental “B” tampoco podrán acceder a la ZBE, salvo los autorizados. 

¿Cómo se controlará?

Los accesos a la ZBE contarán con cámaras de vigilancia que leerán las matrículas de manera automática y las cotejarán con la base de datos de la Dirección General de Tráfico, y se observará si el vehículo puede acceder o no a la zona delimitada.

Listado municipal: excepciones autorizadas

Junto a la base de datos de la DGT, donde constan los vehículos con etiqueta medioambiental, el Ayuntamiento dará la posibilidad de crear un listado de vehículos autorizados que incluirá a los residentes, profesionales, personas con discapacidad, trabajadores, etc. que podrán acceder a la ZBE aunque su vehículo no cumpla los requisitos de emisiones establecidos por la ley.

Para ello, estos sectores deberán dar de alta su vehículo mediante una declaración responsable, en la que reconozcan la existencia de una causa justificada para entrar en la ZBE sin cumplir las exigencias.

Este censo municipal se hará a través de la web municipal y permitirá que el sistema autorice la entrada justificada de los vehículos que, según la base de datos de la DGT a la que acudirán las cámaras de control, sería infractor.

Mejorar la calidad de vida

"Como municipio por encima de los 50.000 habitantes, Donostia tiene la obligación legal de establecer una zona de bajas emisiones (ZBE). A la hora de determinarlo, hay que poner en marcha un proceso. Ese comienzo son las propuestas del PMUS y de la propia ZBE", ha señalado Goia, que ha reconocido que no es una mera cuestión de "obligación legal", sino que también se busca "mejorar la ciudad y la calidad de vida de la ciudad", en la línea que ha aseverado la edil de Ecología, Marisol Garmendia.

La propuesta, cuya complejidad desde el Consistorio no han ocultado, llega con varios meses de retraso y una aprobación de prórroga concedida desde el Gobierno del Estado, que entendió la necesidad de Donostia de más tiempo para culminar los estudios necesarios.

Así ha sido la comparecencia