La medalla de bronce del balonmano que han logrado los guipuzcoanos Kauldi Odriozola e Imanol Garciandia ya está en casa. Tras aterrizar en Madrid al mediodía con el resto de sus compañeros en el vuelo chárter que ha fletado el COE, ambos han tomado tierra al filo de las 20:00 horas en el aeropuerto de Loiu, desde donde se han dirigido a Zumaia y a Urretxu, donde han recibido el calor de los suyos.

En el caso del extremo del Nantes, el club en el que comenzó su andadura deportiva, Pulpo Eskubaloia, ha convocado un recibimiento a las 22:00 horas en la Cofradía de Zumaia, donde decenas de vecinos, encabezados por la Corporación que preside el alcalde, Iñaki Ostolaza, han brindado una cálida bienvenida al zumaiarra.

Odriozola (Zumaia, 1997) ha llegado a su localidad natal, donde pasará unos días antes de incorporarse a la disciplina del equipo francés, desde el aeropuerto de Loiu, donde ha reconocido que el objetivo de los Juegos era “ir a competir. Lo hemos hecho y lo hemos hecho bien”. 

El tercer puesto que hemos conseguido nos sabe a gloria después de esa semifinal que perdimos contra Alemania por un gol, porque teníamos opciones para ganar”, ha evocado la derrota contra Alemania, de la que el equipo que entrena Jordi Ribera se repuso en 24 horas para derrotar a Eslovenia en la lucha por la medalla de bronce.

Odriozola lo había prometido en la previa de los Juegos en este diario. “Ir a París es una experiencia muy bonita. Y en lo deportivo, sueñas con ganar una medalla o algún buen resultado”, reconoció el jugador del Bidasoa entre 2016 y 2022, que señaló que no se conformaba con viajar hasta la capital francesa: “Ir a los Juegos es muy bonito, pero todos vamos con la intención de hacer lo mejor posible. Sería muy bonito conseguir un buen resultado”. Dicho y hecho.

"Indescriptible"

Garciandia (Urretxu, 1995), que ha aterrizado en Loiu en el mismo vuelo que Odriozola, ha reconocido ante las cámaras de ETB que los Juegos Olímpicos son un espectáculo que “todos lo vemos desde pequeño, es lo que más ilusión hace. Ir y sacar una medalla es indescriptible”.

Los sueños iniciales, tras lograr el billete en el Preolímpico de Granollers y la posterior inclusión en la convocatoria, fueron tornándose en realidad con el paso de las semanas y la llegada de la competición. 

Ya en la entrevista previa a París concedida a NOTICIAS DE GIPUZKOA, el lateral del Pick Szeged explicaba cómo “cuando de primeras te clasificas o piensas en la ilusión de ir a unos Juegos, claro que piensas en ganar una medalla. Pero cuanto más se acerca, más piensas en los primeros partidos, en ganarlos, en clasificarte, en los cruces…”.

“La cabeza está más en esas cosas que en pensar en la medalla, que no sé lo que puede ser”, confesaba. Y dejaba espacio para una “broma” que les sugería a sus amigos: “Les decía que si gano una medalla olímpica, me puedo retirar, que con eso vale todo, aunque cuanto más se acerca, menos lo pienso”. Esa medalla de bronce ya está en Urretxu.

"Llegar lo más lejos"

Unas declaraciones similares a las que el capitán del combinado español, el portero del Barcelona Gonzalo Pérez de Vargas, ha realizado a su llegada a Barajas: "Nosotros hemos hecho lo que fuimos a hacer, que era competir e intentar llegar lo más lejos, y, al final, nos volvemos con un bronce".

"Poder estar en el podio de unos Juegos Olímpicos después de un ciclo olímpico bastante bueno para la selección y para este grupo es mucho orgullo", ha señalado el portero del Barcelona.