La selección española de balonmano con Kauldi Odriozola e Imanol Garciandia se ha colgado una histórica medalla de bronce al derrotar in extremis a la selección de Eslovenia en otro choque en el que tuvo que sufrir lo indecible. Cinco veces se ha quedado el combinado estatal fuera de la final olímpica: en las cinco se ha colgado la medalla de bronce.

El cierre olímpico en Lille ha deparado a España y a Eslovenia el mismo rival y la misma intempestiva hora (9:00 horas) que el choque inaugural, aunque con distinto escenario, el Pierre-Mauroy en lugar del sexto pabellón de Sud París.

Con los precedentes de los cuartos y las semifinales contra Egipto y Alemania, el equipo de Jordi Ribera tenía una de las claves del choque en una buena entrada. Más que por no ceder demasiado terreno, por encontrarse durante más tiempo con sensaciones óptimas. Más aún con la necesidad de sobreponerse del golpe de no entrar en la final.

La primera mitad, en la que los guipuzcoanos Kauldi Odriozola e Imanol Garciandia han vuelto a participar de inicio ha dejado dos partes, ha dejado dos partes divididas por el 4-6 del minuto 15. Bien en defensa, con una proyección de 24 goles en el total del choque, pero con un guarismo muy insuficiente en ataque. Hasta ese momento, España ha sumado cuatro pérdidas y se ha topado hasta en siete ocasiones con el guardameta esloveno Ferlin: 63% de paradas.

Un lanzamiento marrado de Kauldi Odriozola, trastabillado por la defensa eslovena sin sanción de los daneses Hansen y Madsen, ha dado a los centroeuropeos la opción de irse tres goles arriba. Su contra, precipitada, ha dado opción a los de Ribera opción de levantarse de la lona hasta que Aleix Gómez ha empatado desde los siete metros (6-6).

Un error en el cambio ha provocado que España haya tenido que jugar en una inferioridad. En sus ataques, el equipo de Uros Zorman ha vuelto a jugar con cinco efectivos, sin pivote, buscando sus hábiles uno contra uno a campo abierto. Sin éxito: parcial resuelto con 1-1 justo antes de que Odriozola se desquitara de sus dos fallos anteriores, ya esta vez desde su hábitat natural.

Con una selección española al alza, el astro esloveno del Barça, Blaz Janc, ha botado el esférico en su pie y Dani Fernández, en una rapidísima contra, ha firmado el 10-8 justo antes de los últimos cinco minutos de la primera parte.

El propio Janc y Jure Dolenec, desde los siete metros con el tiempo agotado, han igualado la contienda al descanso (12-12) para unos eslovenos sujetados por Ferlin, que ha cerrado los primeros 30 minutos con un 37% de paradas frente al 25% de su rival.

La selección española domina...

Como en días anteriores, disponer al lateral derecho en la zona más próxima al banquillo ha llevado a Ribera a jugar con dos centrales como Casado y Tarrafeta en la primera línea acompañados por Álex Dujshebaev, único cambio entre las fases de ataque y defensa con Maqueda.

Aun con errores (séptimo compromiso en 17 días para reducidos bloques de 14 jugadores), la selección española ha secado a la eslovena en los primeros cinco minutos de la reanudación, suficientes para devolver los dos goles de renta al marcador (14-12).

El toma y daca ha continuado en los siguientes, pero con los de Ribera con la iniciativa y los eslovenos haciendo la goma. Con empate a 16 (minuto 41), un bloqueo ilegal de Gaber ha sido castigado con 2 minutos. Una superioridad que España ha resuelto por el extremo, donde Sánchez Migallón en unos minutos de descanso para Fernández ha anotado en el primer ataque. Ni los centroeuropeos ni los ibéricos han atinado en las dos jugadas restantes del parcial.

Otro siete metros de Dolenec ha abierto el último cuarto de hora con empate a 17. Recta final de una lucha por las medallas entre dos equipos con los que, como Alemania en la final, pocos contaban en la pugna por los metales. Francia, Suecia, Egipto e incluso Noruega estaban viendo el choque por televisión.

Zorman ha optado por la movilidad de Novak para intentar desbloquear a los suyos y en los primeros compases le ha servido, pero la capacidad de adaptación de los de Ribera les ha permitido neutralizarlo y el seleccionador esloveno ha llamado a capítulo a los suyos en el minuto 50.

...pero aún quedaba misterio

Eran minutos en los que flotaba en el ambiente la sensación de que fabricar cada gol costaba el doble. Con la acumulación de partidos, todos decisivos y a cara de perro, quizá el triple.

El último espejismo centroeuropeo lo ha facilitado un pase bombeado, al aire, que Eslovenia ha recuperado y Kodrin ha anotado para adelantar 19-20 a los suyos por primera vez desde el minuto 19. 

El error de Mackovsek al dar un empujón cuando Álex Dujshebaev ya le había superado, ha servido a los de Ribera una superioridad a partir del minuto 52 que la selección española ha empleado para empatar. Esos dos minutos no han servido para voltear la contienda, objetivo cumplido pocos segundos después de que los eslovenos recuperaran la igualdad numérica: error de Vlah y gol de Aleix Gómez.

A río revuelto...

Con cuatro minutos por delante, Ribera ha pedido un tiempo muerto para que entre tanta tensión y tanto frenesí los espectadores pudieran disfrutar al menos de la última jugada bella de los Juegos, una combinación de bloqueos y cruces del mayor de los Dujshebaev para que Serdio firmara el 22-21.

Aun así, Sánchez Migallón vería una sanción de dos minutos por dejar colgado de su brazo a Blaz Janc. Una jugada que los cuestionados Hansen y Madsen han ido a revisar al replay. Una jugada que antes de esta tecnología no hubiera generado ninguna duda más allá de la exclusión ya decretada.

El lanzamiento de Vlah fuera y el posterior tanto de Álex Dujshebaev ha empezado a abrir el cielo de bronce (23-21, minuto 58).

Dolenec ha vuelto a reducir distancias. El ataque posterior era el decisivo, en el que los trencillas daneses han coronado una cuestionada actuación. El central santanderino, pese a sufrir un empujón cuando había superado a su par, ha marcado de manera reglamentaria, pero los árbitros, que podían haber decidido un siete metros por invasión eslovena del área, han mandado parar con una falta. El final de la jugada ha sido fatídico, con una penetración de Aleix Gómez desde el extremo, que ha quedado tendido, lesionado. Falta en ataque.

Incredulidad de los de Ribera y último tiempo muerto de Zorman. Con siete jugadores de pista, cuatro de ellos primeras líneas, los eslovenos no han acertado en los últimos 20 segundos, haciendo valer el 23-22 final.

Un resultado que repite el bronce de Tokio y que vuelve a convertir a la selección de los guipuzcoanos Kauldi Odriozola e Imanol Garciandia, debutantes en el equipo olímpico como otros seis compañeros, en los terceros mejores de la competición. La tónica habitual de los grandes campeonatos del último lustro largo, aunque en la siguiente cita deberá volver a ganarse el favor de la cátedra partido a partido. Es su sino.