El aizkolari navarro Joxean Exteberria (Ziga, 1995) lleva una racha de tres apuestas en las que solo ha conocido la victoria, y se enfrenta a una de las pruebas más duras de su carrera ante Julen Gabirondo mañana. A pesar de llegar con ciertas molestias, el navarro confiesa tener “muchas ganas” de este nuevo reto, donde “lo dará todo” ante “un rival muy complicado”.

Tras la exigencia de su última apuesta, el pasado 8 de marzo, Etxeberria ha intentado llegar “lo mejor posible”, aunque confiesa que arrastra “ciertos problemas físicos”. “He intentado llegar lo mejor posible a la apuesta, y creo que en principio llego bien. Es verdad que arrastro alguna molestia y algún problemilla pero veremos qué pasa en el día de la apuesta. En el propio contrato tenemos puesto que se puede aplazar 15 días, pero no he contemplado esa opción”.

El rival del navarro, Julen Gabirondo, es uno de los rivales “más complicados” a los que se puede medie en el panorama actual, por lo que la victoria en la apuesta será “muy difícil para Etxeberria. “Es un rival que te lo pone muy difícil. Es un aizkolari con mucho físico, con mucho fondo. Es complicado jugar contra él, cuando se alarga el trabajo si vas bien de pecho las cosas se ponen mejor. Tienen una gran capacidad de aguante y creo que es muy complicado, pero hemos intentado prepararnos para tratar de hacerle frente”.

Con un “tiempo justo” entre apuestas, con algo más de un mes de diferencia, el navarro confía en su preparación para poder superar a Gabirondo. “La verdad que mucho tiempo de diferencia no es. Tampoco tuvimos mucha opción porque ellos querían hacerlo en esas fechas, así que cedimos y nos tuvimos que adaptar. He de confesar que también pensábamos que perderíamos algunos días por el dolor, pero he respondido bien, ha sido una grata sorpresa, así que lo más importante ahora es que las molestias no me impidan hacer mi trabajo”, expresaba Etxeberria.

La prueba constará de 16 troncos de 60 pulgadas, un reto al que ambos están más que acostumbrados, pero que requiere “una gran exigencia física” para poder vencer a la madera. “Es un tronco con una medida muy común en los campeonatos. Tanto él como yo la conocemos de sobra, en ese aspecto. De todas formas, es un proceso que lleva su tiempo y es largo. El físico ahí va a tener mucho que hablar, espero que me acompañe la preparación de todos estos días, porque sé que mi rival tiene un físico impresionante”, declaraba el navarro.

La puesta es algo que para el navarro es un “ganar o perder”, donde tendrá que jugarse 4.000 euros y el honor de aguantar su imbatibilidad en las apuestas, algo que reconoce que le añade “picante” a los eventos: “Esto es un ganar o perder. En otros campeonatos tienes la opción de quedar segundo, tercero, cuarto... aquí no. Aquí o ganas o pierdes, es como en el boxeo. Tiene su picante, a todos nos va a tocar perder alguna vez. Un aizkolari que no pierde nunca como Patxi Astibia no es habitual, es algo único e irrepetible. Va a ser muy difícil que haya otro igual. Toca perder o ganar, pero el rival que se tiene en frente siempre es una persona preparada, Uno tiene que ganar y otro, por ley del deporte, debe perder”.

Aunque Etxeberria admite que la “emoción” de las apuestas supere a los campeonatos tradicionales la verdad es que se siente “muy a gusto disputando ambas modalidades”, aunque se decanta por “el picante de las apuestas”. El navarro ya lleva tres apuestas en su carrera, todas sin conocer la derrota, y se enfrenta a una cuarta que podría marcar un antes y un después.

La primera que ganó fue el 30 de diciembre de 2017 frente a Zaldua en la plaza de toros de Azpeitia. La segunda, el 24 de febrero de 2019, donde se impuso ante Eloi Kortxero en Santesteban, mismo lugar donde logró prolongar su racha hasta la tercera victoria ante el donostiarra Jokin Basozabal el pasado 8 de marzo. La cuarta cita, mañana, lo enfrentará a un gran rival como es Gabirondo, con la esperanza de continuar su proeza personal.

“Si la salud me acompaña me gustaría ir a más, pero igual toca perder esta apuesta”, admitía el navarro entre risas, quien añadía que competirá con “toda la ilusión, como en cada cita”. “Cuando cierro una apuesta siempre voy con la ilusión de ganar y de poder sacarlo adelante, aunque soy consciente de que la prueba está cincuenta y cincuenta. El rival que tengo delante es muy duro, y en caso de perder no sería ninguna vergüenza caer ante él, como sucedía también en mis tres apuestas anteriores”, concluye.