DONOSTIA. No ha sido el feudo donostiarra hasta la fecha el fortín de la pasada temporada donde todos los grandes sufrieron, ya que sólo ha podido ganar a Manresa y ha dejado escapar cuatro oportunidades de sumar victorias ante su afición.
Ahora la visita de un Fuenlabrada, clasificado octavo y sólido como siempre, se ve como una oportunidad de reivindicar la valía de una plantilla en teoría superior a la de años atrás pero que no ha alcanzado su nivel.
Las posibilidades del equipo que entrena Sito Alonso aumentarán notablmente si funciona la sociedad Panko-Baron como ocurrió hace una semana en Badalona, donde consiguieron más de la mitad de los puntos de su equipo.
Los hombres altos guipuzcoanos, criticados hasta la fecha, también están obligados a aportar, algo que ya hizo en el último encuentro el gigante Betts en su mejor partido de la presente Liga.