El comité de empresa de Eyssa, la empresa que se encarga de la gestión de la OTA en Donostia, ha denunciado en un comunicado la agresión sufrida por uno de los trabajadores y ha exigido medidas para evitar que se reproduzcan este tipo de sucesos. Según ha podido conocer este diario, la víctima recibió un tortazo cuando ponía una multa a un vehículo en el barrio de El Antiguo.

Los representantes sindicales han expresado una “enérgica y rotunda condena” ante este tipo de agresiones que, según indican en un comunicado, son “absolutamente inadmisibles”, además de violentar valores como el “respeto, la convivencia y la dignidad” que, a juicio del comité de empresa, “deben prevalecer en nuestro entorno laboral y en la sociedad en general”.

Precedentes

Tras trasladar al empleado afectado su solidaridad, el comité reclama la adopción de medidas para que actuaciones de estas características “no vuelvan a repetirse”. Aunque estas agresiones a agentes de la OTA en Donostia no son frecuentes, con anterioridad se ha registrado algún caso, como el sucedido en el barrio de Egia, cuando un agente tuvo que ser trasladado al Hospital Donostia después de ser víctima del ataque de una persona con antecedentes policiales que reaccionó de esta manera al recibir una multa por un estacionamiento indebido.

Un agente de la OTA en un calle de Donostia. Gorka Estrada

El comité de empresa finaliza su comunicado expresando su “compromiso firme con la defensa de los derechos, la seguridad y la integridad de todas las personas trabajadoras”.

Agresión a una taxista

Este suceso se ha producido casi dos meses después de que, a inicios de julio, una taxista tuviera que interponer una denuncia tras la agresión sufrida por el conductor de otro vehículo. Según explicó entonces la Asociación Radio Taxi Donosti, el altercado se originó en los alrededores del Hotel Costa Vasca de la capital guipuzcoana, donde la taxista tuvo que orillar el vehículo por falta de espacio, aunque la circulación se vio entorpecida.

Mientras ayudaba al cliente a bajar la maleta, el conductor de un coche de grandes dimensiones que con anterioridad ya estaba pitando comenzó a increparle. Al observar que la grababa, se acercó para pedirle que hiciera de hacerlo y puso su mano sobre el dispositivo, gesto que alteró al conductor, que le propinó un tortazo por lo que fue denunciado.