A punto de culminar su décimo aniversario, Tabakalera pierde su oferta gastronómica... al menos, por un tiempo. Por un lado, la cafetería Taba, situada en la planta baja del Centro Internacional de Cultura Contemporánea con acceso desde la plaza Néstor Basterretxea, cerrará este domingo, 30 de noviembre, sine die. En cuanto a LABe, el ambicioso laboratorio gastronómico digital que gestionaba el Basque Culinary Center en la quinta planta del edificio, bajará la persiana el 13 de diciembre y esta misma semana Tabakalera ha lanzado a licitación pública el contrato de dicho espacio, un concurso al que el BCC no tiene intención de presentarse, dado que LABe se muda al recién inaugurado GOe de Gros.
En marzo, además, Tabakalera también inició un proceso para renovar la gestión de la cafetería Taba por diez millones de euros. Hasta la fecha, la UTE estaba compuesta por tres empresas, Integrity, que gestiona la pizzería Arizmendi, Hermanos Benítez, que se encarga de la cafetería, y MadLib, que ostenta la cervecería Madamar.
A dicho concurso se presentaron tres propuestas, dos de ellas de dos de las empresas de la UTE actual por separado: Integrity, Bartabaute –una propuesta que fue presentada, según puede verse en la web de Contratación Pública de Euskadi, por los citados responsables de la cervecería Madamar– y Jurdan Grijalba SLU. El 9 de julio Tabakalera adjudicó el contrato a Bartabaute e Integrity presentó un recurso ante el Órgano Administrativo de Recursos Contractuales (OARC), alegando “irregularidades en el proceso”.
Este domingo expira el contrato de la cafetería y la voluntad de los responsables de la pizzería y de la cafetería, tal y como han confirmado a este periódico, era seguir ofreciendo servicio hasta que la OARC resuelva la cuestión. En este sentido, los responsables de estas dos empresas confirman que hicieron entrega por escrito al Centro Internacional de Cultura Contemporánea de un “compromiso de continuidad” de los servicios, “incluyendo todos los gastos derivados” de ellos.
A su vez, entregaron un informe jurídico de parte en el que se afirmaba que el centro tiene capacidad para “obligar” a las concesionarias a continuar abiertas, aunque desde Tabakalera mantienen que este extremo “no” está entre sus capacidades.
Desde el Centro Internacional de Cultura Contemporánea, por su parte, afirman que han “ofrecido” un contrato de prórroga a la UTE hasta la resolución a la OARC, pero señalan a las empresas. Según dicen, el escollo se encuentra en que “no hay acuerdo” entre las partes ni en la continuidad, ni tampoco, añade Tabakalera, en el pago de “la deuda en la que han incurrido durante los últimos cinco meses, en los que no han pagado el alquiler debido a desacuerdos entre los socios de la UTE”.
Desde esta, en cambio, dejan claro que están al corriente de los pagos porque, para saldar esa deuda, el centro “ejecutó” la fianza que puso la Unión Temporal de Empresas hace diez años. Por lo tanto, el problema para mantener la persiana levantada parece ser la falta de “unanimidad” entre las empresas que quieren seguir –la pizzería y la cafetería– y la que no –y la cervecería–, que se encuentra, a su vez, entre los adjudicatarios del nuevo contrato de explotación que ha sido recurrido. La realidad más terrenal es que a partir del lunes y hasta que el OARC resuelva, una veintena de empleos quedarán en suspenso, y algunos de los trabajadores pasarán al ERTE.
La licitación del restaurante
Asimismo, esta semana se ha publicado el concurso de gestión del restaurante de la quinta planta por un precio de algo más de diez millones de euros. Situado en la quinta planta del edificio y abierto para el público en general, se trata de un local de 671 metros cuadrados que cuenta con una terraza de 160 metros cuadrados, un almacén de 41 y unos vestuarios de 32.
La fecha de presentación de ofertas expirará el 22 de diciembre de este año. Una vez el tribunal compruebe la solvencia de los candidatos, se les invitará a presentar una propuesta técnica y económica en el plazo de un mes. Desde Tabakalera reconocen que es “difícil” saber, a partir de ese momento, cuánto se demorará el proceso y cuándo podrá volver a contar la institución con un espacio de hostelería de este tipo.
Tabakalera y el BCC han valorado para NOTICIAS DE GIPUZKOA los últimos seis años de colaboración mútua, desde la inauguración de LABe en 2019. Así, el Centro Internacional de Cultura Contemporánea considera que el BCC ha sido un “socio fundamental en la construcción de un ecosistema creativo e innovador dentro del centro”.
En este sentido, han destacado la colaboración, por ejemplo, en la instalación artística Sugar Detox Clinic, desarrollada junto a BCC Innovation para la exposición Máquinas de ingenio (2023). Tras la mudanza del restaurante-laboratorio, desde Tabakalera aseguran que seguirán “fortaleciendo los vínculos entre gastronomía, arte y tecnología, abriendo nuevas vías de colaboración interdisciplinar”.
Desde el Basque Culinary Center se han expresado en términos similares sobre este lustro: “Han sido unos años de convivencia en un ecosistema cultural único que ha enriquecido la propuesta del living lab y del restaurante, permitiendo la co-creación, la experimentación y la conexión con agentes culturales y creativos.
Este contexto ha impulsado la innovación gastronómica digital y ha reforzado nuestra misión de integrar tecnología, sostenibilidad y experiencia culinaria en un entorno abierto a la ciudadanía”. Ahora LABe se traslada al GOe, donde el BCC concentra “toda la actividad de innovación, emprendimiento y desarrollo tecnológico en gastronomía”.