La historia de la II República y el golpe de Estado que dio paso a la Guerra Civil española interesa tanto a Javier Maura que ha situado su último libro, Hijos de un mismo sol (Editorial diëresis), en este convulso período, y donde su protagonista, un abogado llamado Nicolás Rosal, busca su lugar en un mundo que se derrumba. Nada que ver con la vida del escritor bilbaino, que disfruta, en la actualidad, del lugar que ha encontrado en la literatura. Estudió para ser ingeniero industrial y a través de una oposición se convirtió en funcionario de la Administración local, pero el gusanillo de la escritura le hizo iniciar su carrera literaria en 1997. Desde entonces no ha dejado de escribir y esta pasión también la ejerce los domingos, nos cuenta.
¿Cómo sería su domingo perfecto?
Un domingo para pasear por la orilla del mar con mi pareja y nuestra perra, comer algún plato rico y por la tarde ver una película en el cine o una serie en la tele. O ir al Guggenheim o al Bellas Artes si hay nuevas exposiciones.
¿Le gusta madrugar o aprovecha para descansar el domingo?
Madrugo siempre que no salgo el sábado por la noche, con la intención de sacar tiempo para leer antes de salir a pasear.
¿Y cómo es su desayuno este día?
Café con leche y un zumo de diseño propio, a base de plátano, piña, kiwi, y papaya.
¿Un placer de domingo?
Ir al cine a ver una película. Y después hacer cine-fórum con mi pareja mientras tomamos una caña y un pintxo.
¿Prefiere un domingo activo o de relax?
Una mezcla de actividad y contemplación. Subir a Artxanda puede ser un estupendo plan que comprende ambas cosas.
¿Adicto al trabajo también en domingo o es capaz / tiene la posibilidad de desconectar?
Depende del momento. Escribiendo una novela no hay descanso porque los personajes siguen viviendo y reclaman atención. Uno se desdobla mientras imagina su evolución.
¿Aprovecha para hacer deporte los domingos o prefiere descansar?
Hago pilates dos días por semana, los domingos no.
“Escribiendo una novela no hay descanso porque los personajes siguen viviendo”
¿Es más de monte o de playa?
Más de playa, pero en la pandemia descubrí el monte. Es más solitario, aunque más exigente.
¿Reserva tiempo los domingos para la pareja y los hijos y el resto de familiares y amigos?
A la pareja, la familia y los amigos hay que cuidarlos entre semana y también los domingos. Mis hijos viven muy lejos y no les veo tan a menudo como quisiera.
Un plan para hacer el domingo en Bilbao.
Pasear por la orilla de la Ría hasta Olabeaga o por el Campo de Volantín hasta el Casco Viejo pasando por el Arriaga. Recuerdo las inundaciones de 1983, cómo renació esta parte de Bilbao con el dinamismo que nos caracteriza.
Su look de domingo.
Idéntico a los días de semana. Es una de las ventajas de estar jubilado, vestir a mi gusto sin el uniforme de oficinista.
¿Algo para subir a Instagram Stories en domingo?
No estoy en Insta sino en X. Me gusta postear comentarios sobre la situación con una dosis de ironía. Subo pocos temas personales porque la privacidad es un valor a conservar.
Un libro que nos recomiende.
Lo que dejan ver las sombras, de Iñaki Martínez. Una historia de espionaje, política, traiciones, amor y pasiones ambientada en la Cuba de Batista.
Una película.
20.000 especies de abejas. Esta obra, dirigida por una vasca, es un espléndido canto a la diversidad.
¿Y una serie?
Un espía entre amigos, que cuenta la vida de Kim Philby, un traidor a su patria británica en nombre de sus ideas.
Personal
‘Hijos del mismo sol’. Es el título de la nueva novela de Javier Maura, con la que ha quedado finalista en el Premio Vallirana de Novela Histórica en 2022. El escritor bilbaino recibió el Premio de Novela Luis Berenguer con La maraña y es autor de las novelas Motivos personales y Palillos Chinos.
Ingeniero industrial y funcionario. Amante de la lectura, Maura dio el salto a la literatura en 1997.