Que se siga hablando, que se divulgue, que no se olvide... Esos son los objetivos del proyecto Singing through the walls (Cantando a través de los muros), que ha llegado a su cuarto volumen con el objetivo de concienciar no sobre la causa saharaui, sino también sobre la palestina. Songs for the peoples of Palestine and Western Sahara es un conjunto de tres CDs con 56 canciones de grupos indie de música americana –folk, country, rock o blues–. "No cabía ni uno más", explica Juan Soroeta, profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la EHU, presidente de la Asociación Internacional para la Observación de los Derechos Humanos (AIODH) e impulsor de la asociación musical y sin ánimo de lucro Club 44, que es quien edita el conjunto de discos. Para este cuarto volumen, como novedad, también hay posibilidad de adquirir el medio centenar de canciones en formato USB. Los interesados pueden hacerse con alguno de los volúmenes en club44.org o en info@club44.org.
Hasta ahora, los tres packs previos de Cantando a través de los muros, estaban dedicados a divulgar, concienciar y denunciar la ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos. El recrudecimiento desmedido de las acciones de Israel en Gaza y Cisjordania desde octubre de 2023, junto con un "presunto" Plan de Paz que no se está cumpliendo –con bombardeos que siguen en activo y con las recientes declaraciones del Gobierno de Netanyahu, que afirma que "jamás abandonarán la Franja"–, han convencido a los miembros del Club 44 de extender la música a ese conflicto. "No hay Plan de Paz, sigue siendo un genocidio de libro. Trump lo que quiere es consolidar la ocupación y en Cisjordania están haciendo lo mismo", insiste.
Soroeta subraya que en ambos conflictos se dan notables paralelismos jurídicos: "Todo lo que dice la Corte Internacional de Justicia sobre los territorios ocupados palestinos es perfectamente aplicable al conflicto saharaui". "Palestina y el Sáhara Occidental son dos territorios pendientes de descolonización, ocupados militarmente por una potencia extranjera" –más del 80% de la población en el Sáhara Occidental son colonos–, cuenta Soroeta. En ambos casos se han construido muros para consolidar esa ocupación. Además, tal y como recuerda el libreto que acompaña a este pack de discos, en los dos casos se incumple el Artículo 49 de la IV Convención de Ginebra, al haber trasladado población civil a los territorios ocupados.
Las similitudes son más y señalarlas, recuerda Soroeta, molesta mucho al Gobierno marroquí. "Se supone que Marruecos ha sido el gran defensor del pueblo palestino en la comunidad internacional, pero la realidad es que colabora con Israel desde los años 80", cuenta el experto. De hecho, la construcción del muro en el Sáhara Occidental por parte de Marruecos se hizo con ayuda de EEUU, Israel y de Francia. Incluso ahora, asegura Soroeta, siguen colaborando.
Ejemplo de su complicidad es que hace unas semanas Netanyahu felicitó a Mohammed VI por la aprobación en el Consejo de Seguridad de la ONU –compuesto por EEUU, China, Rusia, Reino Unido y Francia– de la resolución que tomaba en cuenta la propuesta de autonomía presentada por Marruecos. Soroeta también se muestra muy crítico con esta opción, dado que la autonomía implica necesariamente la integración del pueblo saharaui. El derecho de autodeterminación de aquel pueblo sería lo deseable y el censo para ello existe desde hace años, solo habría que actualizarlo. Es algo que se defiende en la Corte Internacional de Justicia y en la Asamblea General de la ONU por la mayoría de los Estados, no así en el citado Consejo de Seguridad, donde reina el derecho de veto: "Se están cargando el Derecho Internacional. Hay que explicar que representan a un Gobierno autoritario que no está sometido a ningún tipo de control".
Cuatro volúmenes
Conseguir llegar a tantos artistas en estos cuatro volúmenes –son once discos en total– no ha sido fácil. El más complicado, cuenta Soroeta, fue el tercero, que se basó, sobre todo, en músicos del Estado. La burocracia de los agentes y promotores le trajo más de un quebradero de cabeza.
Aun así, se muestra muy agradecido a todos los músicos que han colaborado de forma desinteresada en estos años, sobre todo a aquellos que se exponen a la cancelación en un clima culturalmente asfixiante como los EEUU de Donald Trump. Muchos de estos artistas han pasado por el Club 44, a otros Soroeta les contactó directamente por email.
El cuarto volumen incluye a artistas de la talla de Alejandro Escovedo. También participan Alice Howe y Freebo, este último es un veterano bajista que durante más de una década tocó con Bonnie Raitt e, incluso, llegó a tocar con The Beatles. Los ya fallecidos Malcom Holcombe y David Onley también han transmitido su legado gracias a este proyecto solidario. Desde US Rails, incluso, han aportado dos temas. Uno como banda, Song of freedom, y otro a través de Scott Bricklin, We shall see.
Así podríamos enumerar hasta 56 artistas. Algunos enviaron canciones que ya existían, otros compusieron ex profeso por esta causa. Todo es bienvenido cuando se trata de que no se olvide nunca qué ocurre en Palestina y en el Sáhara Occidental.