Eskuahaldunak, la asociación de escultores vascos, denunció ayer la bandalización y derribo de la escultura Zinka, de Ana Herranz y José Luis González Pazos, que se encontraba instalada en Saregile Plaza de Zumaia y que pertenecía a la exposición que se le rinde tributo en la Sala Oxford al artista Iñaki Olazabal. En una nota remitida ayer a la prensa, Eskuhaldunak detalló que la obra en cuestión estaba realizada en zinc, y contaba con unas medidas de 2,3 metros de altura, 2,1 anchura y 70 centímetros de fondo. Estaba, además, anclada al suelo y tenía un peso aproximado de 150 kilos.

Según detallaron desde la asociación, los hechos se remontan al 22 de noviembre. Sobre las 4.00 horas, cinco individuos movieron la escultura rompiendo los anclajes y volcaron la obra arrojándola a la ría. La Policía no ha encontrado los restos en el río.

Eskuhaldunak denuncia que no es la primera vez que sus asociados sufren actos de vandalismo y que este mismo año, otra obra de Iñaki Olazabal situada en La Arboleda (Bizkaia) fue lanzada a un lago. En Otsagabia y Leitza también se dieron casos similares.