El coro Kontari, agrupación infantil de la coral errenteriarra Landarbaso, ha logrado este fin de semana el primer premio en el Concurso Nacional de Coros organizado por la Red de Coros Infantiles y Juveniles de la Comunidad de Madrid, Agrupacoros. Ha sido llegar y besar el santo. No en vano, esta competición es la primera a nivel estatal a la que se presenta esta agrupación que nació “desde cero” en 2016. 

Un total de 38 jóvenes, de entre nueve y dieciséis años –la agrupación cuenta actualmente con hasta 57 cantores–, fueron los que se desplazaron hasta Getafe y los que volvieron a Gipuzkoa con el oro al cuello. La directora de Kontari, Maddalen Dorronsoro, se muestra “más que contenta, feliz”, con el resultado de la competición para la que la masa se clasificó en 2020. La llegada de la pandemia, no obstante, retrasó la final hasta este mismo fin de semana. Por supuesto, este hecho también trajo alguna complicación, dado que, irremediablemente, tras dos años los miembros de esta agrupación han cambiado. La organización del concurso les propuso rescatar a coralistas que hubiesen excedido la edad, pero Kontari Landarbaso apostó por cumplir con las bases “a rajatabla”. “Hemos conseguido trabajar bien y ellos lo han disfrutado mucho”, cuenta Dorronsoro en una conversación con este periódico, para después añadir que una vez arrancado el concurso el grupo venció los nervios iniciales: “Pasaron a estar emocionadísimos de lo que habían disfrutado en el escenario. Eso fue lo mejor y el premio, un broche de oro”. Los premios como este, por supuesto, “son un aliciente” que también permite poner el foco sobre estas corales juveniles y que, de alguna manera, subrayan que los buenos resultados son sinónimos de una manera de hacer que convierte a Kontari en una “gran familia musical”.

Las piezas de la victoria

Kontari, que tiene como filosofía “contar historias cantando”, se enfrentó a otros cuatro conjuntos de la Comunidad de Madrid. La competición consistía en la interpretación de cuatro obras. Para la primera, que debía cantarse a capella, tener estilo o temática medieval y que debía ser interpretada también con ropajes de época, prepararon un arreglo de Blonda Xarmanta, de Xabier Sarasola. 

La segunda y tercera pieza eran de libre elección por la coral. En este sentido, presentaron una canción compuesta por Eva Ugalde por el quinto aniversario de la masa coral y que se llama como ella, Kontari, y Aldapeko Sagarraren, de David Azurza.

Por último, para la cuarta, que debía estar acompañada por atrezzo y percusión corporal, optaron por Klee Wyck.