Nuevos aires empiezan ya a recorrer el interior de Santa Klara. El conjunto de edificios, ubicado en Zarautz y que es casi un emblema para la localidad costera, pasó recientemente a manos municipales, tras siglos funcionando como convento y albergando a un grupo de monjas clarisas. Este viernes, finalmente, ha quedado oficialmente inaugurada su función pública, con el primero de los conciertos del 34º Ciclo Musical de Verano, a cargo de Forma Antiqva.

Los comienzos de Santa Klara se remontan a varios siglos atrás, hasta el XVII, en plena Era Moderna. Fue en 1611 cuando el convento empezó a construirse, por mandato de Doña Maria Ana de Zarauz y Gamboa; esas obras duraron más de una década, tras la cual una congregación de monjas clarisas comenzó a habitar la estancia. Unos años más tarde, se edificó la iglesia adyacente.

Tras 500 años viviendo en el lugar, en julio de 2017, las religiosas de la orden de las clarisas, que por aquel entonces estaban en Santa Klara, se trasladaron al monasterio Bidaurreta de Oñati. Fue entonces cuando “el ayuntamiento le mostró a las monjas la voluntad de querer comprar ese conjunto de edificios”, según relata a este periódico la concejala de Cultura de Zarautz, Irune Urbieta. 

El público asistente accede al interior del convento de Santa Klara en Zarautz Ruben Plaza

Después de numerosos encuentros y reuniones, en febrero de 2021 se llegó a un acuerdo de compraventa; en noviembre de ese mismo año, se firmaron los documentos y Santa Klara (convento, iglesia y las tierras que las rodean) pasó a ser una propiedad pública. “La compra va a ser muy beneficiosa para el pueblo de Zarautz”, afirma Urbieta.

"La compra va a ser muy beneficiosa para el pueblo de Zarautz"

Irune Urbieta - Concejala de Cultura de Zarautz

Para quien no conozca Santa Klara, se trata de una iglesia y un convento que juntos suman casi 5.000 metros cuadrados. Este último inmueble cuenta con cuatro plantas, y solo en las dos superiores ya tiene alrededor de 60 habitaciones. 

En cuanto a los alrededores, son tierras que superan los 20.000 metros cuadrados. El Consistorio ha decidido unirlas a las zonas comunes de las urbanizaciones de Salberdin, Azken Portu y la calle Santa Klara y juntas formarán el parque Amalur, “un pulmón verde de 25.000 metros cuadrados en el centro de Zarautz”, cuenta Urbieta.  

Concierto en el convento Santa Klara de Zarautz Ruben Plaza

Así como el uso del entorno natural adquirido ha sido decisión del gobierno municipal, para el de los edificios se ha llevado a cabo un proceso de consulta entre la ciudadanía. Principalmente, en forma de encuestas, que el Ayuntamiento animó a completar a todas aquellas personas que realizaron las visitas guiadas organizadas durante los meses de mayo y junio. Las respuestas reflejaron que casi el 60% desea que Santa Klara se utilice con fines culturales. “Queda patente que los y las zarauztarras son conscientes de lo que este edificio supone para el pueblo, de la importancia que tiene”, incide Urbieta, a raíz de la participación ciudadana.

Pero, ¿será posible cumplir el deseo popular? En relación a las condiciones técnicas, parece que sí; muestra de ello es el primero de los conciertos del Ciclo Musical de Verano, que se ha celebrado sin ningún problema. Según informa Urbieta, las labores de limpieza, orden y algunos pequeños trabajos de mantenimiento, obra de los trabajadores municipales, han bastado para adecentar el lugar. Eso sí, las paredes de la iglesia han recibido un tratamiento acústico, para que las actuaciones musicales se puedan disfrutar en todo su esplendor. Esa es la mayor intervención hasta la fecha. 

Parece, por tanto, que el estado general de los inmuebles es bastante bueno, a pesar de que “algunas áreas del convento no se usaban desde hace tiempo”, confirma la concejala de Cultura, debido a la disminución del número de religiosas de los últimos años.

“Este edificio ofrece infinidad de posibilidades y analizaremos cada evento o servicio para ver si es adecuado o no”

Irune Urbieta - Concejala de Cultura de Zarautz

De cara al futuro, Urbieta advierte que desde el Consistorio “seguiremos con el proceso de reflexión y análisis” para “concretar los usos” que pueda tener Santa Klara; siempre teniendo en mente las palabras de la ciudadanía, que además de dar su opinión a través de las encuestas, han hecho llegar propuestas al consistorio dentro del Plan Estratégico 2030 de Zarautz. “Este edificio ofrece infinidad de posibilidades y analizaremos cada evento o servicio para ver si es adecuado o no”, resume Urbieta. Sea como fuere, Santa Klara es ahora un lienzo casi en blanco que se podrá pintar siguiendo la paleta de colores escogida por elección popular.