La 57 Jazzaldia llega a su fin. Tras seis jornadas, con 84 conciertos en catorce escenarios diferentes, el Festival de Jazz de Donostia de este año baja el telón con la satisfacción del trabajo bien hecho y la emoción de haber hecho vibrar y disfrutar al público hasta la máxima exponencia.

“La sensación es absolutamente magnífica”, afirma a este periódico el director del Jazzaldia, Miguel Martín. “Yo creo que ha habido conciertos que se van a quedar en la memoria de los espectadores durante muchísimo tiempo”, vaticina. Y es que algunas de las actuaciones eran muy esperadas, “pero han mejorado cualquier predicción que tuviésemos, en cuanto a calidad artística,  en cuanto a sensaciones y en cuanto a vivencias”. Como ejemplo, las últimas dos actuaciones que tuvieron lugar la noche de este pasado lunes 25 en la Plaza de la Trinidad, las de Diana Krall y Lakecia Benjamin & Pursuance.

La asistencia de público en esta edición ha sido “extraordinaria”, en palabras del director del Jazzaldia. Los conciertos gratuitos, como los que han tenido lugar en la playa de la Zurriola o en las terrazas del Kursaal, por ejemplo, “se han llenado de gente, en todo momento”, mientras que los que requerían el pago de una entrada han visto su aforo completo en torno al 80%. Este último es el caso de espacio como la icónica Trini o el Auditorio Kursaal. “Ha superado nuestras mejores expectativas”, manifiesta Martín.

Un público del que destaca tanto su conocimiento musical como su buena actitud. “Siguen los conciertos muy bien, no se produce ningún tipo de incidencia... Es una gozada trabajar con esta gente”, asegura el director del festival.

Por otra parte, Martín incide en la calidad del propio equipo organizativo del que forma parte y ha hecho posible que la 57 Jazzaldia haya brillado con luz propia. Un grupo formado por un centenar de personas, a las que hay que añadir otras quinientas, compuestas por “equipos de técnicos y gente de todo tipo que hace que el festival funcione bien”

 Las cien personas que componen el núcleo de la organización han tenido que esforzarse especialmente este año, en una edición que ha requerido “una nivel de atención mayor” que las anteriores. Ha sido necesario “trabajar duro”, “rechequear todo” y “garantizar” que todo estaba previsto correctamente. “Este festival ha estado bien organizado, bien producido y yo te diría, incluso, muy bien programado”, corrobora su director.

Sin embargo, también se han encontrado con alguna adversidad, que no tiene tanto que ver con “dificultades físicas” como con la inflación existente a nivel global, a raíz principalmente de la guerra en Ucrania. Un aumento en los precios que se ha dejado notar especialmente “en los últimos dos, tres meses”, según cuenta Martín, pero que es “común a todos”, puntualiza.

Eso sí, gracias a la recaudación, que va ser “récord en la historia del festival”, tanto en la venta de entradas como de merchandising, el aumento en el gasto quedará “perfectamente equilibrado”, según cuenta su director, que además subraya que en ningún momento se han planteado incrementar el precio de los pases a los conciertos, que ha sido “el anunciado en su momento”.

 Una semana antes de que diera comienzo el Jazzaldia, desde la organización anunciaron las cancelaciones de Christone Kingfish Ingram, Monophonics y Ural Thomas & The Pain, a quienes han sustituido Carolina Durante, The Excitements y Patáx, respectivamente. Una situación, la de suponer una baja, que ocurre “prácticamente todos los años”, aunque este 2022 se ha debido al covid, en algunos casos, y al “encarecimiento de los viajes”, en otros. No obstante, Martín señala la fortuna que haya sucedido con grupos “que ocupan escenarios que son gratuitos o que son menores” y, en el caso de Carolina Durante, destaca el “grandísimo éxito” que ha supuesto su actuación, que “llenó la playa con muchos miles de personas”. 

Una particularidad que contiene esta 57ª edición ha sido su extensión, de seis jornadas en vez de las cinco habituales. Pero el día de más no ha sido el lunes 25, que estaba previsto “en todo momento” que fuera la clausura del festival, sino el 20 de julio. Y ello ha tenido lugar por “necesidades técnicas” relacionadas con el concierto de Simple Minds, “que no podía coexistir, en el mismo escenario, con otras actuaciones”. Para solucionarlo, “se añadió un día al festival”.

A pesar de que la 57 Jazzaldia apenas haya apagado los focos (y ni siquiera había concluido cuando se hizo esta entrevista), Martín y el resto del equipo ya se encuentran inmersos en la organización de la 58ª edición, ya que cada festival lo preparan “con algo más de un año de tiempo”. De momento, lo que se sabe es que “probablemente” comience el 21 de julio de 2023 y culmine el 25 del mismo mes. A pesar de que ese día caiga en martes, al ser festivo, consideran que se trata de “una oportunidad” para que “haya más días en que la gente pueda disfrutar más íntegramente”.

Más allá de los días, “una buena parte del festival” se encuentra “ya esbozada”, aunque aún les falten “las confirmaciones definitivas”. Trabajar con esta antelación les permite “adelantarnos a que las fechas se vayan ocupando en otros festivales” e intentar “copar a aquellos músicos que más nos interesan”. Así que, hasta el año que viene.