Traspasar fronteras o derribarlas ha sido siempre un anhelo para mucha gente. Muchos de los grandes conflictos se producen en las fronteras. Ocurre en todos los continentes, pero si hay una frontera emblemática es la de Mexico con Estados Unidos, continua fuente de conflictos, y atravesarla puede convertirse en la gran esperanza para muchos necesitados. Casi siempre la dirección problemática es la de Sur a Norte. En el mundo de la música siempre ha habido una cultura musical transfronteriza que se ha movido con soltura y de la que hay muchos ejemplos desde hace décadas. Artistas como Flaco Jimenez, Texas Tornados, Los Lobos, Johnny Cash y por supuesto Calexico han habitado esos territorios musicales.

Ayer Calexico volvía a Donostia para inaugurar la serie de cinco conciertos que se van a celebrar en el Auditorio del Kursaal dentro del Jazzaldia. El grupo de John Convertino y Joey Burns se ganó el fervor del publico en un concierto que se convirtió en una especie de terapia pospandemia que elevó unos grados el nivel de simpatía por la vida para el público asistente. En un concierto muy bien dosificado transitamos por terrenos muy variados, estilos divergentes e interpretaciones rozando la perfección. Los exGiant Sand han montado una banda eficiente que sabe jugar con los contrastes y que con sus interpretaciones levantaron al público de sus asientos en varias ocasiones. Parte importante de esa dosis de energía que infectó a los presentes radicó en la potencia de los dos trompetistas, Martin Wenk y Jacob Valenzuela.

Concierto de Calexico en el Kursaal de Donostia durante el Jazzaldia Ruben Plaza

El mirador es el título del último disco de Calexico y con el tema del mismo nombre comenzó su actuación, los vientos mirando al sur, las letras en inglés y español. Cumbia del polvo nos acerca a Colombia, las voces casi susurran y los vientos aúllan. Splitter es una canción de 2012, el grupo suena perfecto engrasado, en este caso al servicio de Joey Burns. Harness the wind¡ es el último single de la banda y les acerca al folk y al country mas delicado. Than you might see nos demuestra lo diverso que es el último disco de la banda, mas rockeros en este caso, mas arrastrados y polvorientos. Con Inspiración volvemos al México mas profundo. Es una canción de 2008, quizás lo mas retro de la velada. Under the Wheels, es refrescante con su acercamiento al ska , sus ritmos saltarines y contagiosos, al público no le apetece estar sentado. Stray es otro ejemplo de canción llena de contrastes, nos lleva por paisajes desérticos, secos y aparece también otro clásico del tex mex, el acordeón. Minas de Cobre (For Better Metal) es una demostración de la importancia que tienen los vientos en la banda, tema instrumental, apabullante. Cariñito es una versión de una cumbia peruana de Los Hijos del Sol. Se trata de una declaración de amor ante la que es casi imposible negarse, tradicional, festiva, cantada a coro por la banda al completo. Las buenas vibraciones flotan en el Auditorio. Caldera está dominada por percusiones tribales y va derivando hacia ambientes psicodélicos, la cambian radicalmente y resulta sorprendente. Con el cambio de tendencia, ecos vocales efectos de sonido inesperados. Flores y Tamales nos devuelve a la tradición y nos acordamos de Depedro que la interpretaba con ellos. Y llega una de los grandes momentos, la versión de Alone again or el clásico del grupo Love, la canción del año 1967 que es uno de los grandes clásicos de la música popular y cuya versión se acerca muchísimo al original, interpretación brillante y muy reconocida por el público.

‘Cumbia de donde’ se convierte en una fiesta absoluta

En el bis Joey Burns habla de su estancia en Boise (Idaho) y de su comunidad vasca, se muestra dispuesto también a mezclar música vasca y cubana y lo que haga falta. Dice que le encanta el jazz y tocar en un Festival de Jazz. Terminan con Sunken Waltz rebajando así el ansia festiva del público. En contraste al jazz dice que El urro Song es una canción muy simple, todo el mundo agradece y baila en pie. Terminan con Crystal Frontier y guiños a Manu Chao y a Buena Vista Social Club. La terapia finaliza. Nadie parece que haya dejado de disfrutar en una ceremonia repleta de idealismo y que tan necesaria es hoy en día.