ALEMANIA Benzing (10), Hamann (7), Schaffartzik (7), Kaman (15) y Nowitzki (19) -cinco inicial-; Herber (7), Schultze, Schwethelm (3), Pleiss y Staiger.
ESPAÑA Pau Gasol (19), Rudy (6), Navarro (14), Calderón (2) y Marc Gasol (24) -cinco inicial-; Reyes, Ricky, San Emeterio (12), Llull e Ibaka.
Parciales 15-16; 33-36 (18-20); 55-56 (22-20); y 68-77 (13-21).
Árbitro Christos Christodoulou (Grecia), Fernando Rocha (Portugal) y Marek Cmikiewciz (Polonia). Sin eliminados.
Incidencias Partido correspondiente a la primera jornada de la segunda fase del Grupo E del Eurobasket disputado en el Siemens Arena de la capital lituana, Vilna, ante unos 3.500 espectadores.
Vilna. La selección española consiguió ante Alemania, 68-77, una victoria tan importante como trabajada en un partido en el que su juego sembró dudas, por la falta de alegría, ideas y resolución en el tiro y con una defensa que solo funcionó en determinados momentos.
Los planteamientos fueron claros desde el comienzo del partido. Pau Gasol y Nowitzki eran una pareja de baile y otra Marc Gasol y Kaman. Dos auténticos choques de trenes. Nivelada la cuestión estratégica bajo los tableros, quedaba la guerra en el perímetro y por ahí comenzaron a fallar.
Otra vez, los tiros claros no quisieron entrar y por ahí comenzó a fallar todo un poco. Menos mal que en defensa el equipo se mostró firme y eso permitió a los jugadores de Sergio Scariolo dominar casi siempre en el marcador, aunque sin apenas rentas, 15-16 al final del primer cuarto.
Pau y Nowitzki se anularon por completo. Los dos se emplearon en defensa y no pudieron superar a su par en ataque. Los uno contra uno se saldaron con un combate nulo, aunque en los primeros diez minutos el alemán consiguiera un triple y tres fallos en tiros de dos, los mismos que el mayor de los Gasol.
Calderón no vio aro y Navarro a cuentagotas, por lo que San Emeterio y sus dos triples, en el segundo periodo, fueron gloria bendita. Fueron los mejores momentos en los inicios del segundo cuarto cuando se consiguió un parcial de 0-8 (18-26), pero, acto seguido, llegó una pájara y nadie consiguió mover los guarismos en cuatro minutos.
La consecuencia fue que Alemania se adelantó en el luminoso tras conseguir un 9-0 (27-26). Las dos faltas de Pau Gasol aconsejaron a Scariolo esconder un poco al pívot y probar unos instantes con una zona 1-3-1 en defensa que no dio demasiados frutos, aunque permitió mantener una mínima ventaja de tres puntos, 33-36 al descanso, gracias al trabajo y acierto de Marc Gasol. Los nueve puntos de Nowitzki no eran lo peor, sino la falta de acierto de los tiradores españoles que en cada fallo añadían una pesada losa a la mochila de la falta de confianza.
Con el mismo planteamiento e idénticos protagonistas, Pau quiso revertir la situación y se jugó el primer balón ante la defensa de Nowi-tzki, consiguiendo la canasta y tiro adicional por falta del campeón de la NBA. Y acto seguido un triple ante el jugador de Dallas.
Alemania cambió de pareja y encomendó al rudo Kaman ocuparse de Pau, mientras que Nowitzki lo hizo de un inspirado Marc. Ahí encontró España un resquicio. Marc jugó interior, donde Nowitzki cojea y Pau salió un par de metros, donde Kaman pierde influencia. La defensa, además, robó un par de balones y el contraataque apareció.
En el minuto 25 la selección ganaba por 43-52 y los germanos intentaban la defensa zonal, pero la falta de acierto en ataque impidió consolidar esa primera ventaja importante. Volvieron los duelos Pau-Nowitzki, Marc-Kaman y los fallos en el lanzamiento, por lo que el tercer cuarto finalizó con 55-56.
Las defensas fueron superiores a los ataques y a falta de cuatro minutos, el 63-66 del marcador apuntaba a final de infarto. Navarro con dos puntos permitió un primer respiro (63-68, a falta de 3.11 minutos) y Marc Gasol, gran partido el suyo, el segundo al anotar dos tiros libres a falta de dos minutos (65-72). Pau remató la faena con otros dos libres (65-74 a falta de 45 segundos), que permitieron un final más tranquilo.
España consiguió una victoria fundamental, imprescindible, pero siguió transmitiendo dudas e incertidumbre ante el rival, en teoría, más asequible de la segunda ronda.