La dirección general de Osakidetza ha querido salir al paso del malestar que ha despertado en la comarca del Bidasoa el inicio de las obras del bloque quirúrgico del hospital, que obligarán a trasladar durante 18 meses los actos quirúrgicos a Onkologikoa. El Departamento de Salud entiende que se trata de una cuestión "coyuntural", como ocurre con otras muchas obras, y asegura que "los beneficios de la inversión prevista superan con creces la incomodidad surgida por el transcurso de las obras".

Osakidetza rebaja la preocupación por el traslado temporal e indica que más de un millar de pacientes de la comarca acuden a otros hospitales cuando requieren de un ingreso tras una cirugía. En concreto, cifran en 1.059 casos anuales. "Es algo habitual", señalan.

La inquietud por las consecuencias del cierre temporal del servicio, que será trasladado a 18 kilómetros de distancia, se ha ido abriendo paso entre el personal del centro sanitario y entidades sociales de Irun, Hondarribia y Bortziriak, que han convocado una manifestación este sábado para exigir "respeto a las 100.000 personas de esta comarca". Entre otras cuestiones, denuncian "falta de información" sobre la ejecución del proyecto.

APUESTA "REAL" DE FUTURO

Ana Bustinduy es la subdirectora de coordinación hospitalaria en la dirección general de Osakidetza. Asegura que "la voluntad de diálogo ha sido absoluta". Incide en que viene de largo la "apuesta real de futuro" por el centro sanitario, con una inversión de más de 9,5 millones de euros destinados a la modernización del bloque quirúrgico.

La responsable de Osakidetza precisa que en 2019 se creó un grupo de trabajo integrado por ocho profesionales de la OSI Bidasoa y técnicos de la dirección general, tanto del área de asistencia sanitaria como del de infraestructuras. "Fruto de esa puesta en común se elaboraron ocho borradores hasta llegar al proyecto actual", apunta Bustinduy.

El plan definitivo, cuyo inicio de obra está previsto en primavera, consiste en seis quirófanos (dos más que los actuales) y una nueva unidad de reanimación con 26 puestos, catorce más. "Alrededor de 4.500 personas se benefician todos los años de una intervención quirúrgica en el hospital. Es normal que la ciudadanía pueda sentir cierta inquietud ante el nuevo proceso que se va a abrir, pero hay que dejar muy claro que el objetivo es renovar un bloque quirúrgico que va a aportar a la OSI Bidasoa unas instalaciones modernas, amplias y de última generación", recalcan desde Osakidetza.TRASLADOS: TAMBIÉN OCURRE EN ZARAUTZ Y ZUMAIA

Serán necesarios 18 meses de obras que, si no hay novedades, comenzarán el 2 de mayo y se ejecutarán en el mismo lugar donde actualmente se practican las cirugías. La actividad tendrá que desplazarse por ello al edificio de Onkologikoa en Donostia.

Con respecto al malestar que provoca el traslado temporal, Osakidetza indica que esa misma situación se vive sin mayores contratiempos en otros muchos puntos de la geografía vasca. Citan el caso de Zarautz, Zumaia, Lekeitio u Ondarroa, localidades habituadas a cubrir una distancia de 20 minutos en coche para acudir al servicio de urgencias. Salud insiste en que la inversión prevista traerá consigo una modernización y ampliación de las instalaciones, "beneficios que superan las molestias durante las obras".

Otra de las cuestiones sujeta a distintas interpretaciones es el tipo de obra que es preciso acometer. La plataforma Osasun Bidasoa defiende la construcción de un edificio anexo, como se ha llevado a cabo en otros centros sanitarios, lo que a su entender evitaría el traslado del servicio a Donostia. "Hay que ampliar los quirófanos, es algo con lo que está de acuerdo todo el mundo, pero hacerlo con un edificio anexo permitiría seguir trabajando con normalidad, de tal manera que una vez concluído el edificio contiguo se podría comunicar mediante un pasillo", defiende Mariaje Alfonso, enfermera de quirófano en el hospital comarcal y portavoz de la plataforma Osasun Bidasoa.

UN EDIFICIO CONTINUO "NO ES VIABLE"

Dentro de las distintas opciones que se han contemplado, Osakidetza informa de que la construcción de un nuevo edificio contiguo "no resulta viable" ni económica ni temporalmente. "Costaría a las arcas públicas, solo de obra, de ocho a diez millones de euros más que los previstos". Estas cifras duplican el presupuesto actual.

Añade la dirección de Sanidad que la construcción de un edificio anexo supondría, además, una duración estimada de la obra de unos cuatro años, teniendo en cuenta los diferentes plazos que conlleva la modificación de Normas Subsidiarias, el concurso de proyecto y su redacción. "La población necesita el bloque quirúrgico ya. El actual es de 1990, y aunque se ha seguido un plan de mantenimiento estricto y riguroso, la realidad es que necesitamos unas instalaciones modernas cuanto antes", zanja Bustinduy.

Aproximadamente 120 profesionales van a verse afectados por el proyecto. Está previsto que algunos de ellos prestarán sus servicios en Onkologikoa de forma continuada durante todo el periodo de obras, mientras que otros, fundamentalmente personal facultativo, desarrollarán su actividad en el hospital oncológico de forma discontinua, distribuyendo su tiempo entre ese centro y el Hospital del Bidasoa.

La estimación de la plantilla total necesaria para atender la actividad en las dos sedes será superior a la dotación de la plantilla del Hospital del Bidasoa. Esto se debe a la necesidad de mantener puestos estables duplicados, así como asegurar algunas guardias en ambos centros. "El proceso tendrá un carácter garantista, basado en el Acuerdo de condiciones de trabajo de Osakidetza".

Con respespecto a la manifestación convocada para este sábado, la dirección de Sanidad lanza un mensaje. "La ciudadanía tiene que estar tranquila. Osakidetza está trabajando para mejorar los servicios. Somos conscientes de la incomodidad, pero estamos hablando de un tiempo acotado y asumible. El resultado va a ser un bloque quirúrgico de alta tecnología que va en beneficio de la población de OSI Bidasoa", remarca Bustinduy.