La incidencia acumulada crece en GipuzkoaGipuzkoa a un ritmo menor que lo que lo hizo desde octubre, en la segunda parte de la segunda ola. Así se desprende de la evolución del indicador desde el 1 de enero, cuando se produjo el cambio de tendencia. En estos dieciséis días, la tasa ha llegado a 376,98 positivos de coronavirus acumulados en dos semanas por cada 100.000 habitantes, mientras que en la anterior subida bastaron once días para llegar a 386,5. En la CAV, la tasa sube de 235,12 a 412,05.

La segunda ola comenzó en agosto, cuando tras semanas sin llegar a 100 casos de incidencia acumulada, a mediados del octavo mes del año el indicador comenzó a subir casi sin parar hasta 364,34 casos del 8 de septiembre. Pese a la vuelta a las aulas que hizo temer por un posible descontrol de la pandemia ante la hipótesis de que se multiplicaran los contagios, la tasa cayó hasta el 4 de octubre, cuando alcanzó los 253,21 positivos acumulados.

¿Qué pasó entonces? Arrancó el crecimiento inexorable que llevó a las autoridades a tomar medidas drásticas entre finales de octubre y noviembre, con la entrada de Donostia en la zona roja como uno de los símbolos principales de este incremento. La segunda parte de la segunda ola, la parte más destacada, y que ahora tomamos como referencia. La tasa arrancó en 253,21 casos y 39 días después ya era de 1.113,36 positivos. Ese mismo 12 de noviembre, la CAV también marcó su máximo: 849,49. Araba hacía lo propio esos días (551,58 positivos) y Bizkaia, también (751,89).

La historia ya muestra para quien quiera mirar lo rápido que puede llegar a crecer la tasa de incidencia y el esfuerzo que supone volver a bajarla. Lo que en Gipuzkoa subió en 39 días, necesitó 50 días para bajar a los mismos 253 casos acumulados.

En la que ya se considera la tercera ola, la tasa comenzó a subir de manera constante en mitad de las navidades. Desde el 1 de enero, Gipuzkoa ha pasado de esos 253 casos a 386,5, un ritmo menor que el que se vivió en las dos semanas posteriores al 4 de octubre. No obstante, en el conjunto de la CAV sucede lo contrario, aunque por poco: la tasa se sitúa en 412 casos, cifra para la que en la anterior subida se necesitaron un par de días más.

El ritmo es menor, pero como recuerdan los virólogos y médicos, conviene no caer en la relajación: estas cifras, que se encuentran en ascenso, no indican que esta tercera ola no pueda alcanzar los niveles de la segunda (una tasa acumulada de 1.113,36 casos el 12 de noviembre). Todo lo contrario: países europeos como Reino Unido con su cepa del virus y comunidades autónomas como Castilla y León evidencian que lo que hoy es una subida propia de una ascensión de tercera categoría se puede convertir en cualquier momento un puerto de montaña de categoría especial. En cualquier momento.