- La pandemia ofrece señales de cierta estabilización en Euskadi, al menos a tenor de los datos que está ofreciendo estos últimos días en sus boletines el Departamento de Salud del Gobierno Vasco. El jueves se detectaron 1.420 nuevos casos de COVID-19 en la CAV, cifra prácticamente calcada a la de los dos días anteriores, cuando hubo 1.401 y 1.409 contagios, respectivamente. También la situación hospitalaria parece estabilizarse: el jueves había 134 pacientes con coronavirus en las UCI de los hospitales vascos, dos más que la víspera pero uno menos que el lunes, día de máxima ocupación en cuidados intensivos en esta segunda ola con 135 pacientes. A los 134 ingresados en UCI se unen 500 en planta, 18 menos que el lunes, después de producirse 60 ingresos, la cifra más baja de los últimos cuatro días.

Esta estabilización o situación de meseta en la curva de contagios llega, en cualquier caso, con números muy elevados, ya que Euskadi ha superado los 1.000 positivos diarios en 20 de las últimas 23 jornadas, con un máximo de 1.547 casos el 5 de noviembre. Cantidades que costará bajar, tal y como se han encargado de recordar tanto los propios representantes de Salud como expertos de otros ámbitos. Pero el primer paso parece que ya se está dando, que es el de dejar de subir y estabilizarse. Algo que también se refleja en la tasa de incidencia acumulada en los últimos catorce días, que es de 849,9, muy por encima de los 500 que marca la zona roja, pero que ha subido muy poco desde el domingo, cuando la incidencia era de 810. A este dato hay que añadir la positividad, que es del 8,3%, muy parecida al 8,6% del miércoles y el 7,8% del martes, y que la semana pasada llegó incluso a superar el 10%. El objetivo ahora es que la curva, estable o ligeramente ascendente en todos estos medidores -casos diarios, pacientes en UCI y positividad- comience a bajar en los próximos días.

La situación general de Euskadi se puede extrapolar a Gipuzkoa, aunque en el territorio los casos subieron el jueves a los 619, por encima de los 601 del miércoles y después de cuatro días seguidos por debajo de esos 600 casos. Así, los 34 municipios con más de 5.000 habitantes están en la considerada zona roja, pero la incidencia sube de forma menos rápida que en anteriores semanas. La localidad más afectada es Eibar, con 2.437 casos por 100.000 habitantes, mientras que Donostia sigue por encima de 1.000 y Villabona está en 1.473,08. En el frontón de esta última localidad comenzó ayer un cribado preventivo para sus vecinos y los de Zizurkil con edades comprendidas entre los 13 y los 40 años.

baja la tasa en urnieta

Donde mejora la situación es en Urnieta, que ha decidido reabrir los edificios municipales que había cerrado hace un mes ante la bajada de la tasa de incidencia acumulada en 14 días, que ha pasado de los 2.988 positivos el 2 de noviembre a los 1.243 del jueves.

El Ayuntamiento de Urnieta señala en un comunicado que se procederá a la reapertura de la escuela de música, el frontón, el gazteleku, el punto de información juvenil y la biblioteca, aunque bajo "estrictos protocolos de seguridad" porque la situación "sigue siendo preocupante".

En el global de Euskadi son 65 los municipios que superan los 500 casos acumulados en dos semanas. A los 34 de Gipuzkoa se añaden 28 de Bizkaia, donde el jueves hubo 653 positivos en COVID-19 y la tasa es de 751,89, y tres en Araba, que registró 137 casos y que cuenta con una incidencia acumulada de 550,67.