DONOSTIA - La Diputación de Gipuzkoa ha elaborado una orden foral que recogerá todas las medidas de prevención, contención y coordinación que deberán adoptar todos los servicios y recursos sociales dependientes de la institución foral para adaptarse a la nueva realidad de la pandemia del COVID-19.

La orden será efectiva la semana próxima y afectará a todos los centros y recursos dedicados a las personas mayores, discapacidad, enfermedad mental, inclusIón social, infancia y atención a mujeres víctimas de violencia machista.

El principio que guía las medidas es el de "máxima prudencia" y la orden estará en vigor mientras "no cambien las circunstancias de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19", ha explicado la portavoz de la Diputación, Eider Mendoza.

Las directrices se dividen en seis categorías: medidas organizativas, de prevención e higiene; planes de prevención y contingencia; medidas relacionadas con las visitas; vinculadas con las salida al exterior de los usuarios de centros residenciales; protocolos de ingresos permanentes en centros; y medidas de comunicación, formación y difusión".

La orden foral, que ha sido ya remitida a las entidades encargadas de gestionar estos servicios, reagrupa y adapta las decisiones que se han ido tomando en el transcurso de la crisis.

Respecto a las medidas organizativas, se establecen las distancias de seguridad, el uso de las mascarillas, la higiene y la limpieza y el parcelado de las zonas de uso común.

Además, incluye que los servicios dispongan de planes de prevención y contingencia y, en el caso de los de personas mayores, cuenten con EPIs para al menos cinco semanas.

Respecto a las visitas, desde la superación de la fase tres son dos personas las que pueden acudir a acompañar a sus familiares y no necesariamente las mismas en cada visita, mientras que las salidas al exterior de los internos deben tener "carácter terapéutico" y se deben desarrollar "extremando todas las medidas de prevención".

Asimismo, se mantiene la obligatoriedad de mantener un aislamiento de 14 días y de realizarse un test PCR al inicio y al final de la cuarentena para los nuevos ingresos en residencias de mayores.

La situación en la red foral de geriátricos se mantiene estable, con una única persona contagiada que se encuentra en la unidad específica de COVID-19 del Hospital de Eibar.

Desde que comenzó la pandemia, 394 usuarios de la red foral de residencia han superado la enfermedad, mientras que 168 han fallecido.