El centro de Oñati ha acogido a 132 solicitantes de asilo desde octubre
Lakua destina un millón a este recurso por el que han pasado personas de 27 nacionalidades
donostia - Lleva poco más de siete meses de andadura y ya han pasado por él 132 personas de 27 nacionalidades diferentes. Se trata de Larraña Etxea, el centro de primera acogida para demandantes de asilo internacional que abrió sus puertas en octubre del pasado año en Oñati. Está gestionado por CEAR (comisión española de ayuda al refugiado), en colaboración con el Gobierno Vasco, y precisamente ayer el Consejo de Gobierno aprobó una partida de un millón de euros para que la ONG atienda, oriente y dé apoyo a estas personas que pasan por el recurso de Oñati.
Lejos queda ya la imagen de la cálida bienvenida que otorgaron los oñatiarras a los primeros 37 subsaharianos que utilizaron este recurso. Aquella noche de mediados de octubre, 200 oñatiarras recibieron a sus nuevos vecinos entonando el célebre Txoria txori, poema escrito por Joxean Artze y musicalizado por Mikel Laboa. Desde entonces, el goteo de personas ha sido incesante en este albergue que tiene una capacidad de 100 plazas (aunque puede ampliarse en caso de que surja la necesidad) y que hoy ocupan 84 personas.
El perfil de usuarios es mayoritariamente de varón joven, de entre 20 y 30 años, aunque también acuden a él parejas e incluso familias con menores a su cargo. Además, su procedencia es habitualmente de África Subsahariana, mayoritariamente de países como Guinea Conacry, Camerún o Costa de Marfil, entre otros.
Larraña Etxea ofrece cobertura básica a estas personas, es decir: acogida, a través de un espacio residencial para comer, dormir y tener un espacio propio; atención sanitaria, en coordinación con Osakidetza; atención jurídica; aprendizaje del idioma, con voluntarios del propio Oñati y con clases en la EPA (educación de personas adultas); y formación. Cabe destacar que, a día de hoy, los trámites para que la solicitud de asilo internacional sea aceptada se pueden prolongar entre seis y 15 meses, un tiempo en el cual Larraña Etxea trata de cubrir las necesidades que tienen estas personas mientras buscan alternativas viables y estables acordes a su situación. - N.G.
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