Media hora más tarde de la cita concertada con este periódico, sin tiempo para que se le saque una fotografía y, sin embargo, con la petición de no comenzar la entrevista hasta que le sirvan un té, la francesa Claire Denis (París, 1946) desgrana lo que supone para ella ser la presidenta del jurado oficial del festival.

¿Qué valoración hace de su experiencia como presidenta del jurado?

­­Es una experiencia diferente según el momento. Me divierto, pero también tengo miedo con que el grupo no se lleve bien. Somos un jurado que viene de horizontes profesionales muy diferente, lo que es algo genial. Nos hemos llevado muy bien y disfrutamos de estar juntos. Ver todas estas películas es una experiencia, un viaje excelente. Tenemos muchas cosas en común y lo estamos disfrutando. Puede que cada uno tenga su propia experiencia y que luego toque pelear con los otros miembros por una película, pero ya habrá tiempo para las reuniones.

En los festivales, la presencia de mujeres directoras es cada vez mayor. ¿Cómo valora este cambio desde que comenzó en la industria?

­­El mundo está cambiando mucho, pero nunca sentí que había pocas mujeres en el cine. Por extraño que parezca, probablemente, aislé esa verdad cuando decidí hacer películas. Sentía que si quería hacer un filme debía luchar por ello y no pensaba en si era joven o en si era una mujer. Como mujer siempre estás lista para la pelea, aunque en mi caso, quizás todavía algo más. El proceso para convertirte en el realizador de una película es convencerse a uno mismo.

¿Qué le llevó a querer ser cineasta?

­­Es algo en lo que he pensado toda mi vida. Quizás sea la curiosidad por curarme, como la que tuve con la primera película que hice en África –Chocolat (1988)–. Muchas personas piensan en un sentimiento a la hora de hacer un trabajo. Hay una necesidad por buscar historias que se parezcan a lo que se cuenta en el cine, pero cuando comencé a hacer películas no era así. No quiero decir que fuera fácil, pero nadie me preguntaba por qué quería hacer esto o aquella. Los productores me podían decir que les gustaba o no les gustaba el proyecto, pero nada más.

Hoy, con lo digital, ¿cree que es más sencillo hacer cine?

Hay cierta facilidad para hacer una primera producción. Los comienzos no son exactamente iguales. Yo recuerdo que tenía una cantidad muy pequeña de dinero para mi película. Hoy, en cambio, hay una constante sensación de pérdida de dinero mientras se graba. Ha habido un cambio que, en realidad, es un gran cambio. Hay que tener un deseo lo suficientemente fuerte para hacer el tipo de película que quieres.

"Recuerdo que tenía una cantidad muy pequeña de dinero para mi primera película. Hoy, en cambio, hay una constante sensación de pérdida de dinero mientras se graba"

Claire Denis - Directora y presidenta del jurado oficial

¿De qué manera le influye el mundo que conoce y su propia identidad a la hora de hacer una película?

­­El sentimiento que yo sentía cuando veía películas cuando era adolescente nunca lo voy a olvidar. Nunca me he obsesionado con que mis sentimientos representen una mirada femenina por ser mujer. Supongo que lo mejor que puedo hacer es que las miradas sean cada vez diferentes, aunque sean solo desde el punto de vista europeo. Tuve mucha suerte al haber crecido en culturas diferentes –se crió en varias colonias francesas africanas–. Mi padre nació en Bangkok, pero mis amigos en la infancia eran de mi nacionalidad. Me gusta Francia y me siento francesa, obviamente, pero nunca tuve ningún problema si me decían que era de fuera. Tengo la sensación de que la vida transcurre en una especie de vida paralela. Si hago una retrospectiva de mi vida es la retrospectiva de cualquier vida.

A la hora de rodar una película, o en este caso al ser presidenta de un jurado, ¿piensa en el legado del cine y su valor en la posteridad?

­­Tengo una responsabilidad hacia la película, hacia la gente que trabaja en ellas y hacia mis compañeros en el jurado. Y también siento que tengo que ser honesta conmigo misma. No creo que sea fácil estar en un jurado, pero la exigencia es muy diferente. No buscas un tipo determinado de película. Cuando leí la lista de trabajos seleccionados me alegré de ver tantos países y tantos directores diferentes, algunos que conozco y otros que voy a descubrir. Mi relación con estas películas va a ser ligeramente diferente. Seguramente sea más abierta con ellas, pero no pienso en cómo van a envejecer.