'El Hormiguero' volvía a la parrilla televisiva y estrenaba su nueva temporada este lunes. Si el programa presentado por Pablo Motos acabó el 2021 totalmente sumergido en el mundo de la música, con varios cantantes como invitados, en 2022 ha cambiado de registro y ha decidido inaugurar el año centrado en el mundo de la interpretación con dos de los actores más queridos por el público como invitados.

Inma Cuesta y Roberto Álamo acudían al plató de 'El Hormiguero' para presentar su nueva película, 'El Páramo', que ya está disponible en Netflix desde el 6 de enero.

'EL PÁRAMO'

No es la primera vez que los dos actores trabajan juntos, aunque sí la primera que lo hacen en el género de terror.

'El Páramo' es una película dirigida por David Casademunt que cuenta la historia de una familia que vive aislada y verá cómo los lazos que los unen serán puestos a prueba por la presencia de una aterradora criatura.

Inma Cuesta define el filme como un cuento de terror: "' 'El Páramo' para mí es un cuento de terror. Es una familia que vive aislada en una casa en mitad de un páramo. Y en un momento determinado Roberto abandona el hogar y nos quedamos solos en ese lugar mi hijo y yo. Y ahí empiezan a suceder apariciones que no sé hasta que punto es fruto de mi imaginación o realmente están ocurriendo", explicaba la actriz durante su intervención en el programa y confesaba que, aunque es su primer proyecto en el cine de terror, es fan del género: "Yo soy fan de las películas de terror desde pequeña y pensé que iba a pasar miedo haciendo la película, pero no pasé miedo", afirmaba Cuesta.

Por su parte, Roberto Álamo contó que prefiere los documentales sobre el terror: "Yo no soy fan de las películas de terror, pero sí de los documentales de las películas de terror. Todos los días llegaba pensando si podía pasar algo, pero nada, no pasó nada", aseguró el actor.

Antes de coincidir en 'El Páramo', los dos intérpretes trabajaron juntos en 'Águila Roja', por lo que Pablo Motos quiso saber si se crea una amistad entre actores tras compartir proyectos.

"Yo creo que somos una gran familia mientras curramos, pero luego ya cada uno tira para su casa", explicaba Roberto Álamo, que dejaba claro lo bien que se lleva con su compañera: "A Inma la adoro, la amo, la quiero, pero nos hemos visto tres veces en los últimos 11 años", añadía.

SUS MAYORES MIEDOS

Siguiendo con la temática propia del género de la película que presentaban, los actores han desvelado algunos de sus miedos.

Álamo confesaba que le aterran los globos: "Debe ser que en mi más tierna infancia me imagino que de repente explotaría algún globo cerca de mí o algo así y debo tener algún recuerdo", relataba, mientras que el mayor miedo de Inma Cuesta es Freddie Krueger: "A mí me traumatizó mucho Freddy Krueger. Recuerdo que no me podía dormir y la oscuridad a día de hoy todavía me perturba, tengo que dormir con un poco de luz", admitía.

LO MÁS DURO DE SER ACTOR

No es la primera vez que alguno de los actores más exitosos del panorama habla sobre el lado de su profesión que nunca se ve, la parte más dura.

Pablo Motos ha querido preguntar a sus invitados acerca de esto y ha recordado que Roberto Álamo ha dicho en más de una ocasión que lo primero que hace cuando le ofrecen un papel es mirar cuánto tiene en el banco.

El actor ha reconocido que es cierto y ha explicado por qué lo hace: "Esto no es Hollywood. En Hollywood seguramente haces una serie y vives toda la vida de puta madre. Aquí no es lo mismo, así que lo primero que hago es mirar la cuenta del banco y si me hace falta dinero, aunque el proyecto sea muy flojo, lo hago", confesaba.

Tanto Roberto como Inma Cuesta se consideran unos privilegiados dentro del mundo de la interpretación, sin embargo, han destacado que ellos también han pasado por momentos difíciles.

El protagonista de 'Que Dios nos perdone' ha hecho en ese momento una confesión que ha sorprendido a todos:"He llegado a poner el Goya con un fondo rojo de terciopelo para venderlo en Wallapop. Después de ganar mi primer Goya me tiré nueve meses sin trabajar. No lo vendía por una cantidad excesiva, pero después me enteré de que no se podía vender, así que no lo vendí", decía el actor que desvelaba que durante esos nueve meses se planteó cambiar de profesión: "Pasado el sexto mes, me puse a hacer currículums, pero no de actor, sino de camarero", destacó, aunque finalmente le llegaron nuevos proyectos y pudo seguir dedicándose a su vocación.