Mientras medio mundo esperaba ansioso la presente edición de la gala MET, tras un año sin celebrarse debido a la pandemia, Kim Kardashian volvió a conseguir que el foco se centrara exclusivamente en ella.

Kim hizo su aparición estelar en la alfombra roja del Museo Metropolitano de Nueva York, ataviada de pies a cabeza con un mono negro de Demna Gvasalia para Balenciaga que cubría todo su cuerpo, incluida la cara, que iba cubierta por un pasamontañas. El traje se fusionaba con unas botas largas, una cola, unos guantes, un jersey de cuello vuelto y el mencionado pasamontañas, dando la sensación de ser todo una única prenda. Lo que si dejaba ver Kim era su característica coleta postiza, que llegaba hasta el suelo y también su inconfundible figura.

Lo cierto es que el estilismo no debería sorprender, teniendo en cuenta las últimas apariciones públicas de la influencer y empresaria. En sus redes sociales, donde comparte a diario muchos de sus looks, la celebritie ya se había dejado ver con estilismos muy similares que no nos permitían ver su rostro. Hace tan solo unos días, Kim publicaba en Instagram una secuencia de imágenes en las que se la podía ver con unas botas de punta altas que se unían con una gabardina negra y una máscara que tapaba por completo su rostro.

¿Por qué estos looks?

Rafael Muñoz, experto en moda de RTVE, cree que Demna Gvasalia, el diseñador georgiano que firma este curioso traje de Balenciaga, “lleva tiempo usando las máscaras en sus colecciones como referencia a sus raíces, a la guerras que ha vivido desde niño, a los refugiados, pero sobre todo, a los cuerpos no normativos. Él aboga por vestir a todo el mundo", subraya Muñoz.

Asimismo, Muñoz cree que supone también una crítica al mundo de las redes sociales, la necesidad de aprobación continua, a los filtros, la belleza normativa... "Es muy interesante que una celebrity como Kim, que vive de su cuerpo y su rostro como influencer, se tape y todos la reconozcamos. En la moda actual hay una vuelta a lucir el cuerpo, como las transparencias y a todo lo contrario, a tapar el cuerpo y ser anti-imagen, anti-instragramer", concluye Muñoz.

Sin embargo, son muchos los que han pensado en la situación actual de las mujeres en Afganistán tras la toma del poder por parte de los talibanes y piensan que este traje sería una reivindicación del sufrimiento de las afganas para ayudar a que la población tome conciencia de tal injusticia.

Lo cierto es que el extraño estilismo de la empresaria no ha dejado indiferente a nadie y su traje, centro de tantas miradas, comentarios y críticas en la vida real, también ha sido diana de interpretaciones y memes en redes sociales.

En este sentido, muchos han sido los usuarios que han comparado su atuendo con un dementor, el personaje maligno de la saga Harry Potter, otros, en cambio, se han referido al mundo paranormal y han fantaseado con la idea de que Kim aparecía así vestida en sus pesadillas.