La lavadora es uno de los electrodomésticos más utilizados en casa. Su comodidad es indiscutible, ya que basta con meter la ropa, pulsar un botón y esperar a que quede limpia.

Aunque es un aparato de uso cotidiano, muchos desconocen es que no todos los programas de la lavadora son iguales. Elegir el ciclo equivocado puede implicar un consumo innecesario de agua y electricidad, además de acortar la vida útil de nuestras prendas.

El error de confiar en los ciclos rápidos

Uno de los errores más comunes es recurrir con frecuencia a los programas rápidos, que terminan el ciclo en apenas 15 o 30 minutos.

Esa rapidez tiene letra pequeña, ya que para compensar la rapidez, la lavadora utiliza más agua y temperatura, lo que se traduce en un mayor gasto energético.

Este tipo de ciclos están pensados únicamente para limpiar rápido prendas poco sucias en momentos de emergencia, pero no para lavados habituales.

Usarlos de manera continua no solo impacta en la factura de la luz y el agua, sino que también puede dañar los tejidos por la intensidad del proceso.

La alternativa: programas ECO y a baja temperatura

Si el objetivo es ahorrar y cuidar la ropa, la mejor opción es apostar por los programas ECO o los lavados a baja temperatura. Aunque estos ciclos suelen durar más tiempo, aprovechan cada minuto de manera eficiente:

  • Usan menos agua.
  • Funcionan a temperaturas más bajas, reduciendo el consumo eléctrico.
  • Logran un lavado eficaz gracias al mayor tiempo de remojo y movimiento.

El impacto de elegir un programa adecuado va más allá de la comodidad inmediata. Según los expertos en eficiencia energética, un programa ECO puede consumir hasta un 30% menos de electricidad que un ciclo rápido repetido de forma habitual. Además, mantener temperaturas de 30 grados suele ser suficiente para eliminar la suciedad diaria sin dañar las fibras.

Este ahorro energético no solo se nota en la factura de la luz, sino que también contribuye a reducir la huella ambiental de cada hogar. Y si se combina con otras prácticas sostenibles, como llenar la lavadora al máximo de su capacidad recomendada o evitar centrifugados excesivos, el beneficio es aún mayor.

Cuidar la ropa

También es importante el cuidado de las prendas. Los programas suaves como el ECO dañan menos los tejidos, lo que alarga su vida útil. A la larga, esto significa menos gasto en ropa nueva y una reducción del desperdicio textil.

Las lavadoras modernas permiten ajustar la temperatura de forma sencilla Freepik

Apostar por programas ECO

Por lo tanto, es importante destacar que el ciclo rápido no es siempre la mejor opción.

Aunque puede ser útil en situaciones puntuales, no está diseñado para un uso habitual. Si quieres ahorrar dinero, proteger tus prendas y reducir tu impacto ambiental, lo más recomendable es apostar por los programas ECO y los lavados a baja temperatura.