El hombre de 60 años acusado de agresión sexual en Azkoitia el miércoles ha ingresado en prisión este sábado, según ha informado el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco. El presunto agresor abordó a una mujer que salía de trabajar la noche de Nochebuena.
Los hechos sucedieron cerca de la rotonda de Munategi, cuando la mujer, de 49 años, había salido de trabajar y caminaba junto a la Gi-631 que une Azpeitia y Azkoitia. El hombre, que circulaba en bicicleta y con un pasamontañas, “la tiró al suelo con intención de agredirla sexualmente”, relataron testigos presenciales, que acudieron en auxilio de la mujer al escuchar sus gritos.
Persecución, retención y detención
En ese momento, el agresor se dio a la fuga en bicicleta, aunque dos personas también decidieron salir tras él, hasta que lo alcanzaron y lo retuvieron cerca de la basílica de Loiola, ya en el contiguo municipio de Azpeitia. Cuando llegaron las fuerzas de seguridad, detuvieron al sospechoso, de nacionalidad española, como presunto autor de un delito contra la libertad sexual.
La víctima precisó ser atendida en un centro hospitalario de las lesiones que presentaba.
Cuando la Ertzaintza ha terminado sus primeras pesquisas, puso al acusado a disposición judicial, que según ha informado Euskadi Irratia citando fuentes de Seguridad, ha dictaminado el ingreso en prisión.
“No hay derecho”
La junta de portavoces del Ayuntamiento de Azkoitia, que convocó junto a Azpeitia una concentración de repulsa la noche del viernes, ha emitido un comunicado en el que denuncian que “no hay derecho para acorralar e intentar violar a una mujer que vuelve a casa tras su jornada de trabajo. Que el agresor sufra todo el peso de la ley. Basta ya”.
“La violencia machista es una lacra que debemos erradicar con todas nuestras fuerzas, sin excusas, sin justificaciones, y sin esquivar la mirada. Basta ya”, asegura el texto que firman PNV, EH Bildu y Azkoitia Bai. En él, avisan de que no quieren “a nadie que vulnere los derechos de las mujeres, no queremos a nadie capaz de ejercer la más remota manifestación de violencia machista. No queremos a nadie que pisotee, silencie, humille y agreda a las mujeres”.
Agradecimiento
De la misma manera, el órgano municipal, que puso a disposición de la víctima todos sus recursos, “agradece a las personas que le prestaron su atención y ayuda a la víctima y pone en valor su valentía a la hora de retener al agresor”, ya que salieron tras él hasta las inmediaciones de la basílica de Loiola.