La Fiscalía de Gipuzkoa pide ocho años de cárcel para un hombre al que acusa de romper, en un bar de Hernani, un vaso en la cara a otro varón que sufrió graves lesiones en un ojo del que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en tres ocasiones.

La acusación particular, que ejerce la víctima, reclama por su parte doce años de prisión para el procesado, cuya defensa solicita su libre absolución.

No lo conocía

Durante la primera sesión de este juicio, celebrada este martes en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, el perjudicado, de nacionalidad marroquí igual que su agresor, ha explicado que los hechos sucedieron el 12 de junio de 2011, en un bar de Hernani en el que se encontraba jugando al billar con unos amigos.

Según ha explicado, en un momento dado se acercó a la barra donde se encontraba el procesado, al que sólo conocía de vista y con el que mantuvo una conversación intrascendental de apenas unos minutos.

Le golpeó con un vaso

Seguidamente, regresó junto a sus amigos hacia la mesa de billar, aunque en el camino notó como el procesado le golpeaba en la cara con un vaso "con toda la fuerza que tenía" sin mediar palabra ni provocación alguna.

"No sé por qué me golpeó porque yo no tenía ningún problema con él", ha explicado la víctima, quien ha recordado que, además de causarle distintas heridas en el rostro, algunos cristales le entraron en el ojo y a consecuencia de ello perdió gran parte de la visión de ese órgano, mientras el inculpado se daba a la fuga.

En la vista también ha declarado un policía municipal de Hernani, quien ha explicado que él participó en la detención del procesado, que fue localizado a unos doscientos metros del lugar de los hechos, con un corte en una mano y la ropa ensangrentada.

Perforación ocular traumática

Igualmente, ha testificado un forense, quien ha concretado que, además de distintas cicatrices faciales, la víctima sufrió una perforación ocular traumática que le hizo perder el cristalino y le obligó a realizarse un trasplante de córnea que no surtió efecto, mientras que el acusado presentaba una herida incisa en una mano compatible con cristales o un arma cortante.

Tras estas declaraciones el juicio se ha suspendido por la incomparecencia de dos testigos.