Un juzgado de Donostia ha paralizado el desahucio de una familia inquilina de una vivienda propiedad del fondo "buitre" Azora en el barrio de Gros de la ciudad, según ha informado el Sindicato de Vivienda Saretxe.
Recurso aceptado
En un comunicado, Saretxe ha explicado que el juez ha aceptado el recurso presentado por este sindicato y ha decidido "paralizar de manera definitiva el desahucio".
Desde el sindicato indican que "el fondo buitre Azora incrementó la renta acordada inicialmente, posteriormente obligó a los inquilinos a pagar un seguro de impago de dudosa legalidad y, como consecuencia, tuvieron que abonar mensualmente una cantidad muy superior a la prevista".
Responsabilidad del propietario
A ello ha añadido que "el fondo buitre no garantizaba el mantenimiento de la vivienda y la familia tuvo que hacerse cargo de reparaciones de la caldera, humedades y filtraciones, a pesar de que, según la Ley, esa responsabilidad corresponde al propietario".
Saretxe ha lamentado que "desde que en 2020 el fondo buitre Azora adquirió Inmobiliaria Vascongada, la situación ha empeorado" y "la relación entre los vecinos y la propiedad se ha deshumanizado por completo", lo cual "afecta directamente a las condiciones de vida de las familias que habitan estos pisos, así como a su salud".
"Victoria colectiva"
Además, ha puesto en valor la "lucha colectiva" que ha permitido, tras un "proceso judicial duro y desesperanzador", que se paralice este desahucio, lo que califica de "victoria colectiva".
Desde el sindicato han advertido de que seguirán "luchando para eliminar las cláusulas abusivas", al tiempo que han defendido que "la herramienta más eficaz para defender el derecho a la vivienda y combatir su carácter de mercancía dentro del capitalismo es la organización".