Un hombre ha sido condenado este lunes a dos años de cárcel por abusar de una mujer en su piso de Donostia, al que llevó a la víctima y a una amiga de ésta tras encontrarse con ellas de fiesta por la ciudad la madrugada del 7 de diciembre de 2018.

Inicialmente, la Fiscalía de Gipuzkoa reclamaba nueve años de prisión para el imputado, al que responsabilizaba de un delito continuado de abuso sexual, si bien durante la vista celebrada hoy en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa el procesado ha reconocido los hechos.

De esta forma, el Ministerio Público ha rebajado su solicitud de condena hasta los dos años al considerar que el delito no fue continuado y apreciar en el caso la eximente incompleta de haber actuado tras la ingesta de gran cantidad de alcohol, lo que limitaba las capacidades intelectivas del hombre, han informado fuentes del caso.

Tras conformarse con esta condena, el tribunal ha accedido a suspender su cumplimiento al procesado (quien también deberá abonar una multa de 5.000 euros) con la condición de que no vuelva a delinquir en los tres próximos años.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, los hechos sucedieron la madrugada del 7 de diciembre de 2018, cuando el acusado, que conocía con anterioridad a la víctima y a su amiga, coincidió con ellas en un bar y les invitó a tomar unas copas, tras lo que los tres hicieron "acopio" de seis botellines de cerveza y se dirigieron a la vivienda del procesado.

Una vez en el piso, la víctima comenzó a sentirse indispuesta "debido a la gran ingesta de bebidas alcohólicas" y el hombre la acompañó a uno de los dormitorios, tras lo que él regresó a la sala, donde se encontraba la otra chica.

Finalmente, ésta también se fue a dormir a otra de las habitaciones, circunstancia que el hombre aprovechó para introducirse en la cama con la víctima y, "aprovechándose de que se encontraba notablemente afectada por la ingesta de alcohol", abusar sexualmente de ella "sin el consentimiento de la mujer".

No obstante, en un momento dado, la chica recuperó "parte de su consciencia" y preguntó "dónde se encontraba su amiga" al inculpado, quien le dijo que estaba en la otra habitación, por lo que la víctima acudió a esta estancia y se acostó junto a la otra mujer.

Transcurrido un tiempo, el hombre también entró en esta segunda estancia y "guiado por el mismo ánimo lúbrico" volvió a abusar de la perjudicada "sin que mediara consentimiento" de la chica que "aún se encontraba dormida".