La Farmacia Arrazola de Donostia fue una de las pioneras en poner en práctica estos test, de los que el año pasado en toda Gipuzkoa se realizaron un total de 315, siendo en ocho de cada diez casos en hombres.

¿Qué respuesta ha tenido la iniciativa? 

Llevamos varios años haciendo las pruebas, pero después de la pandemia el número de test disminuyó mucho y se ha mantenido desde entonces. Si antes había una progresión hacia arriba, ahora no hay crecimiento. En días señalados, como el del sida, se suele notar un aumento de gente que viene a hacerse la prueba, por lo que quizás nos ha faltado incidir más en ello y recordar que se podían hacer en farmacias. En Osakidetza siempre tienes la opción, pero una de las principales razones de llevar el test a las farmacias fue el de facilitar el acceso a la gente, aparte del anonimato. De este modo, se pueden hacer al momento y sin coger cita. El hecho de que haya un tratamiento contra el VIH ha provocado también que ya no parezca algo tan importante, pero no deja de ser una enfermedad y, además, de transmisión, por lo que es contagiosa. No es que la tengas tú solo, por lo que es muy importante que una persona sepa que la tiene y que se trate. 

¿Cuál suele ser el perfil más habitual?

Son más hombres y principalmente que han tenido relaciones sexuales con otros hombres. Es algo que se repite desde el principio. El uso del preservativo ha bajado mucho desde que las píldoras anticonceptivas están más normalizadas, pero las chavalas jóvenes han solido utilizar más el preservativo por el riesgo de embarazo y, por ello, el riesgo de transmisión de VIH siempre ha sido mucho menor que en hombres.

"Las chavalas jóvenes han solido utilizar más el preservativo por el riesgo de embarazo y, por ello, el riesgo de transmisión de VIH siempre ha sido mucho menor que en hombres"

En 2024 únicamente hubo un resultado positivo en Gipuzkoa.

De todos los test que nosotros hemos hecho en más de diez años habremos tenido cinco o seis positivos. Al principio, en Gipuzkoa, solo éramos cinco farmacias, pero luego se han ido adhiriendo más. Empezamos como un proyecto piloto y ya es algo consolidado.

¿Cuál es el principal beneficio de hacerse la prueba en una farmacia?

Principalmente, la accesibilidad. Cuando una persona ha estado en riesgo, quiere hacérselo ya. Para ello, en Osakidetza deben de coger cita y aquí con solo venir en el horario de la farmacia es suficiente. Lo único que hacemos es preguntar si ha pasado el periodo ventana, es decir, para que la prueba tenga una fiabilidad han tenido que transcurrir tres meses. Es el periodo que debe pasar para que se generen los anticuerpos que estamos detectando con el test. En los últimos años ha salido también un tratamiento para que una persona que haya mantenido hoy mismo una relación de riesgo pueda tener un resultado, pero para eso sí que hay que acudir a un centro hospitalario. Además, en un periodo de 48 y 72 horas te pueden dar un tratamiento que debes tomar durante 28 días con el que evitas que haya un contagio. Tenemos gente que se hace el test al año dos veces, por lo que para esas personas que no están utilizando ninguna protección para evitar el contagio existe un tratamiento que se llama PrEP con antirretrovirales que evita en gran medida el contagio. Eso sí, es importante advertir que existen otras enfermedades, como gonorreas, sífilis... 

"Cuando una persona ha estado en riesgo, quiere hacérselo ya. Para ello, en Osakidetza deben de coger cita y aquí con solo venir en el horario de la farmacia es suficiente"

La prueba se puede hacer en tan solo un cuarto de hora, ¿no?

Sí, es un pinchazo en el dedo y el sistema es muy parecido al del covid. Llenamos un capilar de sangre, lo aplicamos en el test y si reacciona aparece una raya horizontal, que ya nos estaría dando una pista de que es positivo, pero tenemos que esperar hasta que suba hasta arriba y se revele también el control, que si muestra una segunda raya confirmaría el positivo. Estos test tienen también la capacidad de detectar el antígeno, pero para ello tiene que hacerse antes de los tres meses, por lo que no es habitual detectarlo en las farmacias.