En tiempos desesperados, medidas desesperadas. Es lo que parece que pensó la Diputación de Gipuzkoa el pasado año cuando decidió extender el uso de trampas para hacer frente a la sobrepoblación de jabalíes en el territorio tras la huelga de cazadores. En total, más de dos centenares de animales salvajes fueron capturados en 2024 gracias a unas jaulas específicas adquiridas para la ocasión.

Así se desprende de una respuesta por escrito del diputado de Equilibrio Territorial Verde, Xabier Arruti, en la que informa que, con motivo de la huelga de cazadores, la Diputación compró trece trampas del tipo Pig Brig, idóneas para la orografía del territorio y con una eficacia mayor. 

Una manada de jabalíes. EP

Desde finales de 2022 ya se venían utilizando trampas en zonas en las que no se puede cazar, como, por ejemplo, en la zona de seguridad de Donostia, pero a partir del otoño del pasado curso se amplió su uso a todo el territorio. La mayoría de las actuaciones, no obstante, se llevaron a cabo en puntos donde se habían registrado daños agrícola o accidentes de tráfico originados por la irrupción de un jabalí. De este modo, se capturaron 200 ejemplares en 35 puntos de Donostia, Aia, Antzuola, Arrasate, Bergara, Deba, Elgoibar, Getaria, Mendaro, Mutriku, Oñati, Usurbil, Villabona y Zumaia.

Sin riesgo para las personas

Tal y como se explica en la respuesta, cada zona de actuación fue seleccionada por los técnicos del servicio y los guardas forestales, en los que se colocó una cámara de fototrampeo para conocer el grupo de jabalíes existentes en cada lugar. 

Tras dar con ellos, se colocó la trampa, al tiempo que se mantuvo vigilando la zona en tiempo real hasta el momento de la captura. Gracias a este método, en caso de dar con otras especies de fauna silvestre, como tejones, se podían tomar las medidas necesarias para que no se vieran afectadas.

Asimismo, se colocaron carteles informativos con el objetivo de informar de la actuación y evitar, de este modo, que cualquier persona pudiera cambiar el comportamiento de los animales. Estas trampas, además, no suponen ningún riesgo para las personas ni para los animales de compañía, ya que se activan cuando los jabalíes entran en ella.

Sacrificio de los animales

Los guardas y los propios técnicos fueron quienes acudieron a cada zona para el sacrificio de los animales, siempre antes del amanecer para garantizar el bienestar del animal y no causar ningún daño innecesario. 

Antes de proceder al sacrificio, no obstante, se informó de la actuación a la Emisora de la Dirección General de Montes y Patrimonio Natural, que lo comunicó por su parte a la Ertzaintza o, en su caso, a la policía municipal. Los animales sacrificados fueron trasladados al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre Basabizi.