Las carreteras que llevan a Iparralde viven un viernes muy intenso con retenciones que alcanzan los once kilómetros en la AP-8 en Irun sentido Baiona. La intensidad de tráfico es tal que las largas colas vuelven una vez más a afectar al tráfico interno de Irun y a la N-121, así como al de Hendaia.

Según ha informado el Departamento de Seguridad, las retenciones han comenzado al mediodía, en torno a las 13.30 horas, y pasadas las 18.00 horas han alcanzado los once kilómetros. Las afecciones llegan también a los polígonos de Zaisa, junto a la AP-8 y la N-121, con numerosos camiones parados y vehículos atrapados por el atasco.