La Diputación de Gipuzkoa y SOS Racismo buscan voluntarios que deseen convertirse en "mentores" o "amigos inesperados" de refugiados o migrantes, para acompañarlos y apoyarlos en su proceso de acogida e inclusión y facilitarles la posibilidad de crear vínculos sociales.

Responsables de la institución foral y la ONG han hecho este lunes un llamamiento a los guipuzcoanos a participar en la quinta edición de Izan Harrera, el programa de mentoría social que pretende llevar a la práctica la solidaridad de una ciudadanía que suele definirse como "acogedora".

Así lo ha considerado la portavoz de SOS Racismo Silvana Luciani, que ha presentado la iniciativa junto al director foral de Derechos Humanos, Ion Gambra, en una rueda de prensa en Donostia en la que Abigail Caminos y Mammadou Cisse han contado su experiencia como mentora y mentorado, respectivamente.

Después de haber formado 16 parejas el año pasado, la iniciativa aspira a conformar al menos otras 20 durante este 2024, ha comentado Luciani, quien ha destacado que este tipo de experiencias "mejoran notablemente" la integración de las personas migrantes y sirven desmontar "prejuicios y estereotipos".

Bajo el lema Una amistad inesperada, la iniciativa necesita guipuzcoanos de cualquier edad que puedan dedicar dos o tres horas una vez por semana a entablar una relación con un migrante, que también participa de forma voluntariamente.

Las necesidades básicas las tienen cubiertas pues, mientras esperan respuesta a su demanda de asilo o a regularizar su situación como migrantes del régimen general, están inmersos en itinerarios de inclusión en Zehar Errefuxiatuak, Cáritas, Cruz Roja y Arrats, asociaciones que son las encargadas de ofrecer candidatos.

SOS Racismo los empareja con voluntarios que previamente han asistido a un taller en el que les imparte formación e información detallada sobre su papel, y se encarga de "tutelar" todo el proceso. Luciani ha explicado que se trata de ayudar a paliar "la soledad no elegida" o "la sensación de extrañeza y no pertenencia" que suelen acompañar a los migrantes que quieren integrarse en un lugar.

Lo único que se pide, ha señalado, es tener "empatía" y ganas de compartir algún plan de ocio, deporte o simplemente acompañarlos a una entrevista para buscar empleo o vivienda, además de practicar el idioma en un ambiente distendido.

Mejorar la salud psicosocial y enriquecer

"A mí me daba mucha vergüenza salir a la calle o ir sólo al gimnasio", pero "ya no", ha dicho el joven maliense, de 24 años y "estudiante de soldadura" de FP, quien se ha mostrado muy contento y agradecido por lo mucho que le ha aportado la relación que mantiene desde junio pasado con su mentora.

Ella, una profesora donostiarra de 34 años, ha definido su vivencia como "muy bonita y especial", y ha dicho que considera a Mamadou "como un hermano". "Cuando nos conocimos, él me dijo que quería aprender a nadar y, como a mí me gustaba pero no iba a la piscina por pereza, pues empezamos a ir juntos todas las semanas", ha contado.

Este tipo de relaciones "mejoran la salud psicosocial" de los migrantes y "enriquecen" a los guipuzcoanos, a la vez que contribuyen a favorecer "la convivencia" y "cohesión social", ha subrayado la responsable de SOS Racismo.

Entidades como la Real, el Zinemaldia, la Fundación Kutxa, el Museo San Telmo o el Aquarium, colaboran en el programa proporcionando entradas o sesiones para los voluntarios, que pueden inscribirse en la iniciativa a través del correo electrónico izan.harrera@sosracismo.eus o llamando al teléfono 943 321 811.