El juicio con jurado por el hombre fallecido tras recibir una brutal paliza en junio de 2021 en el barrio donostiarra de Altza arrancará el próximo viernes con la selección de los miembros del jurado encargados del caso en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa.

Según han informado a EFE fuentes del caso, está previsto que el mismo viernes la Fiscalía y la defensa formulen sus alegaciones ante los nueve miembros titulares del jurado y los dos suplentes.

De esta manera, la declaración del acusado no tendrá lugar hasta el próximo lunes, trámite tras el que declararan el resto de testigos y peritos del caso a lo largo de las distintas sesiones de la vista oral que está previsto que se prolongue hasta el próximo 26 de febrero.

El acusado de este crimen, quien presumiblemente había consumido alcohol y estupefacientes junto a su víctima antes de los hechos, se enfrenta a una petición de doce años de cárcel por parte del Ministerio Público, que le imputa un delito de homicidio con la atenuante de consumo de drogas.

Conocidos desde hacía tiempo

Según recoge el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, el suceso tuvo lugar el 26 de junio de 2021, cuando el inculpado, que por entonces tenía 32 años, coincidió en el barrio de Larratxo con la víctima, de 50, a la que conocía "desde hacía tiempo".

El documento concreta que ambos pasaron juntos aquella tarde, durante la que tomaron "diversas consumiciones" en distintos bares de la zona y permanecieron un tiempo en las máquinas recreativas de un salón de juegos.

Durante este tiempo, ambos efectuaron presuntamente "consumos de diversas sustancias estupefacientes" hasta que, en un momento dado, el imputado logró "un premio en una de las máquinas recreativas".

El procesado destinó parte de este dinero a "la adquisición de una cantidad de heroína" para consumirla posteriormente, tras lo que ambos hombres se dirigieron a una zona de huertas próxima a la calle Lauhaizeta, en la que había una serie de caravanas utilizadas "ocasionalmente como vivienda" y donde residía "un conocido común".

Consumieron heroína

El texto del Ministerio Público concreta que, una vez en este lugar, los dos varones "comenzaron a consumir heroína en el interior de una de estas caravanas", hasta que el acusado empezó "a albergar sospechas" de que la víctima podría "haberse apoderado de parte de la droga o del dinero" del premio de las tragaperras, lo que dio lugar a una discusión entre ambos.

En este contexto, el inculpado, "enfurecido" porque consideraba que había sido "objeto de una deslealtad", presuntamente comenzó a golpear "sin cesar" al damnificado "de forma brutal y repetida", primero en el interior de la caravana, aunque luego prosiguió con la agresión "por las zonas aledañas", mientras le propinaba "puñetazos y patadas", incluso con una silla metálica y "otros objetos" que había "desperdigados" por el lugar, hasta que finalmente la víctima "cayó al suelo" donde quedó tendida.

La Fiscalía considera que el procesado presuntamente propinó esta brutal paliza al perjudicado "con ánimo de menoscabar su integridad física hasta el punto inclusive de darle muerte".

A raíz de los golpes, la víctima sufrió múltiples heridas en las extremidades y en diferentes partes del cuerpo, entre ellas distintas fracturas en la parrilla costal, así como un severo traumatismo craneofacial con "hemorragia subaracnoidea cerebelosa y protuberancial" que le produjeron "una hemorragia profusa con shock hipovolémico" y "daño encefálico agudo traumático", que finalmente le ocasionaron la muerte.

Carecía de signos vitales

Según informó en su momento el Departamento vasco de Seguridad, transcurrido un tiempo, terceras personas alertaron a la Ertzaintza de que el agredido permanecía tendido en el suelo en la zona de Lauhaizeta, por lo que una patrulla de seguridad ciudadana acudió al lugar y comprobó que el hombre "carecía de signos vitales" y que el cadáver presentaba "claros indicios de criminalidad".

Además, en la zona había un importante reguero de sangre y en el interior de una de las autocaravanas los agentes localizaron al presunto homicida que tenía restos de sangre en sus vestimenta.

El sospechoso fue identificado y, tras las comprobaciones necesarias, fue detenido por su presunta implicación en los hechos.

Trastorno de la personalidad

El documento de la Fiscalía constata ahora que el inculpado padece de un trastorno de personalidad mixto con rasgos antisociales y límite relacionado con un trastorno por uso de diversas sustancias psicoactivas.

El Ministerio Público considera que estos hechos son constitutivos de un delito de homicidio con la atenuante de intoxicación por consumo de estupefacientes por el que reclama doce años de prisión y cinco años de libertad vigilada una vez sea excarcelado.

Asimismo, demanda que indemnice a los familiares del fallecido con un total de 102.000 euros.