Iago Rego, neurólogo del hospital comarcal de Zumarraga, habla de los hábitos de vida saludables basados en evidencias científicas que pueden contribuir a que el cerebro se mantenga joven, en el marco del encuentro organizado este jueves en el Aquarium de Donostia por el centro de investigación donostiarra Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL). 

¿Qué consejos puede trasladar a la población?

Se basan, fundamentalmente, en dos ejes. Por un lado, se trata de prevenir los factores de riesgo vascular, aquellos que nos hacen tener un menor riesgo de ictus o infarto. Son los mismos factores de riesgo que hacen que se acumule patología en el cerebro.

¿Qué hacer para evitarlo?

Controlar el azúcar y la tensión. No fumar, comer sano y hacer ejercicio físico. En suma, todas aquellas medidas que conocemos para prevenir el riesgo vascular se aplican también a la prevención del deterioro cognitivo.

¿Qué más está en nuestras manos?

El objetivo es aumentar la reserva cognitiva. Para ello lo aconsejable es tener una vida lo más activa posible intelectualmente, y también desde el punto de vista de la interacción social. Se trata de aprender a hacer algo nuevo, puede valer un juego de mesa, un idioma, o tocar un instrumento musical. Todo ello va a fomentar una mayor reserva cognitiva. Nuestro cerebro con la edad va perdiendo volumen, y con todas estas actividades conseguimos mantenerlo en funcionamiento.

¿Otros aspectos a tener en cuenta?

Vigilar y corregir la falta de audición, porque es algo que puede provocar que nos quedemos más aislados. También es muy importante cuidar el descanso nocturno, que ayuda tanto a prevenir los factores de riesgo vascular como a aumentar la reserva cognitiva.

¿Ambos están relacionados?

Sí, los mecanismos por los que llega la sangre al cerebro se parecen a los mecanismos por los que llega la sangre al corazón. La falta de riego, el hecho de que no riegue bien la sangre al cerebro, provoca pequeñas lesiones o microinfartos que contribuyen al deterioro cognitivo. No es la única causa, pero sí está relacionado.

¿Qué más actividades resultan aconsejables?

Por ejemplo, las clases de baile, porque tienen un poco de todo. Incluyen una parte de ejercicio físico, de interacción social, y un esfuerzo cognitivo que es necesario para memorizar los pasos. Es un ejemplo de actividad con la que activamos diferentes áreas.