El Ayuntamiento de Hendaia remitirá al prefecto de los Pirineos Atlánticos, Julien Charles, más de 12.000 firmas que exigen reabrir el peatonal Puente Avenida que une la localidad de Lapurdi con Irun.

En concreto han sido 12.674 personas las que han respondido a la llamada de un colectivo de 30 hendaiarras, que desde primeros de agosto han recogido firmas. La villa, con unos 17.000 habitantes (de los cuales un tercio se calcula que es de origen guipuzcoano), cada vez está más molesta con la actitud del Ministerio del Interior galo, que prolonga el cierre del puente sin expectativa de apertura.

En un acto que se ha desarrollado en la entrada del Ayuntamiento de Hendaia con la presencia del alcalde, Kotte Ecenarro, así como los primeros ediles de Irun, José Antonio Santano, y Hondarribia, Igor Enparan, portavoces del colectivo impulsor de la recogida de firmas las han entregado al dirigente hendaiarra, que las remitirá al prefecto, equivalente al delegado del Gobierno, aunque con mayores competencias que en el Estado español habida cuenta de la estructura centralizada de Francia.

En los últimos meses, el prefecto, Julien Charles, ha trasladado la responsabilidad de la reapertura al Gobierno español, al que emplaza a sufragar patrullas del río conjuntas. “Queríamos que el puente Avenida estuviera abierto para la temporada de verano, pero no ha podido ser”, llegó a decir a comienzos de julio en Hendaia.

Al mismo tiempo y reconocida la escasez de los recursos humanos, París quería que drones sobrevolaran la frontera para controlar la “inmigración irregular”, decisión llevada a juicio por una robusta sociedad civil, cada vez más concienciada con las personas que están muriendo entre Irun y Hendaia en busca de un futuro mejor. El Consejo de Estado dio la razón a los abogados de Baiona y Pau al no quedar acreditada ni justificada la necesidad de esos drones, que además son invasivos con la intimidad de miles de vecinos.

En esa clave de escasez de recursos se encuadra la petición de Charles, de que España pague patrullas conjuntas. Una solicitud cuestionable cuando ya existe un puesto fronterizo en el que participan policías de ambos lados del Bidasoa, incluida la Ertzaintza.

Aun así, las declaraciones de Charles no han obtenido respuesta pública ni desde La Moncloa ni desde el Ministerio del Interior español, ambos en manos del PSOE. Mientras tanto, se han sucedido las protestas como la del 6 de julio, que provocó que centenares de ciudadanos cortaran el puente Santiago y el tráfico rodado.

La alerta antiterrorista desde los ataques a Bataclan en noviembre de 2015 ha provocado cierres puntuales de la frontera, que en el caso del Puente Avenida se ha convertido en fijo desde enero de 2021. Cabe la opción de transitar por el contiguo Puente de Santiago (el tercero es el del ferrocarril), si bien es el Avenida el que tiene la mejor conexión con el bidegorri de la bahía gracias a un ascensor utilizado por centenares de personas cada día. Además, es el recorrido más recto para unir a pie o en bici Ficoba y la estación de tren de Hendaia.

La decisión del cierre corresponde al Gobierno francés, que reabrió el puente por unas horas con motivo del paso del Tour de Francia por este enclave. Los alcaldes de Hendaia e Irun se personaron de madrugada en el Puente Avenida para celebrar la decisión, que el Gobierno de París deshizo a las horas, terminada la etapa ciclista en los términos que recogía el decreto de reapertura temporal. Ambos primeros ediles se volvieron a dar cita en el mismo punto para denunciar la “vergüenza y la ofensa” de que exista esta barrera en la Europa del siglo XXI.

Construido en 1915, el Puente Avenida fue el punto de escape para miles de vascos durante los primeros meses de la Guerra Civil española. Años después, el president catalán en el exilio, Lluís Companys, fue entregado por las tropas nazis durante la Segunda Guerra Mundial al Gobierno franquista, que lo ejecutaron en Barcelona.

A mediados del siglo XX, la construcción del puente de Santiago redujo el tránsito del histórico puente Avenida, que en 2020 sufrió una remodelación estructural que como la construcción de 1915, corrió a cargo del Ayuntamiento de Irun.

Tras el acto de entrega de firmas de este sábado, se ha inaugurado una exposición con 75 retratos de vecinos de las tres ciudades.