Donostia Osakidetza aplicó ayer la crioablación para destruir tumores de mama en dos pacientes gracias una terapia innovadora que se aplica por primera vez para este tipo de cáncer dentro del Servicio Vasco de Salud. “Es un gran cambio de paradigma en los tratamientos y una ayuda más para combatir una enfermedad que ha evolucionado mucho. Realmente hay que considerarla como una herramienta más, junto al tratamiento médico, la radioterapia o la cirugía porque todos están indicados en un momento determinado. El cáncer es un conjunto de varias enfermedades y en algunas, y en algunos contextos, la crioablación ayuda mucho”, precisa José Luis del Cura, jefe del Servicio de Radiología en el Hospital Donostia, y artífice de una nueva perspectiva en el campo médico.

Se trata de una técnica versátil que puede aplicarse a varios tipos de tumores como el cáncer de próstata, de riñón, o lesiones musculoesqueléticas. De hecho, este mismo miércoles, en el Hospital Donostia también fue utilizado este procedimiento para una lesión de pelvis tumoral. “Nosotros, ablaciones hacemos bastantes, utilizando radiofrecuencia y microondas desde hace muchísimos años, pero la crioablación es la última herramienta que nos ha llegado”, explica el especialista.

Precisión

Experto en esta novedosa técnica, el radiólogo de Osakidetza, asegura que actualmente da muy buen resultado en el hígado, en carcinomas de pequeño tamaño. “El tratamiento admitido para los pacientes que no van a ser trasplantados es la ablación en estos momentos. Nuestros resultados en riñón son excelentes, con una tasa de curación de aproximadamente el 96%, con una intervención que consiste sólo en un pinchazo. Se está imponiendo su utilización en la mayoría de los tumores y ahora la crioablación es una de las técnicas que han aparecido y que nos permiten ser muy selectivos y casi quirúrgicos en el manejo de lesiones tumorales”, describe.

Aunque no se han descrito contraindicaciones, en estos momentos, la ablación no se usa mucho en páncreas “porque plantea el problema de la destrucción de las vías pancreáticas que puede dar lugar a complicaciones”. “Se usa sobre todo en tumores musculo-esqueléticos, en tumores agresivos que no se pueden abordar de otra forma, se usa mucho en riñón, pulmón, mama, en partes blandas, en hueso para paliar el dolor. Nosotros lo hemos usado también en lesiones de hueso, o en columna vertebral”, indica.

Del Cura pone de relieve que en el Hospital Donostia se está realizando más esta técnica que en otros hospitales de Osakidetza “aunque, en general, crioablaciones se hacen pocas. Pero ablaciones muchísimas más”. “Cuando llegué a este hospital, hace cuatro años, se habían practicado unas 30 ablaciones, ahora estamos haciendo unas 150 al año. Pero las crioablaciones son pocas, 10 o 15 cada año”, concluye.