El antiguo centro de formación profesional de Martutene ocupado hace años, en lo que fue uno de los mayores asentamientos del territorio, vuelve a despertar cierta preocupación entre vecinos del barrio que han trasladado varios escritos a la Guardia Municipal de Donostia mostrando su “inquietud” por la “falta de seguridad” que dicen percibir en la zona.

Después de varios años en los que el viejo instituto no había despertado mayor preocupación, el Ayuntamiento de Donostia tuvo constancia hace meses de que el edificio había sido ocupado de nuevo. El descomunal inmueble de 7.000 metros cuadrados, asentado sobre un solar de 11.000, es propiedad del Gobierno Vasco. Se trata de un edificio que acabó convirtiéndose en una patata caliente para el Departamento de Educación del Gobierno Vasco, titular del solar, al que no le dieron las cuentas en su día a la hora de valorar usos futuros.

Tras recibir esas quejas vecinales, agentes de la Guardia Municipal se personaron el jueves en el edificio que fue clausurado hace más de una década e identificaron a catorce personas, una de las cuales fue detenida “porque supuestamente está implicada en la comisión de algunos hurtos de teléfonos móviles en la zona centro de la ciudad”, según informan fuentes del Ayuntamiento de Donostia.

Ante la sensación de inseguridad que trasladan los vecinos, la Guardia Municipal ha enviado un requerimiento al Gobierno Vasco para que “tome las medidas necesarias para revertir esa situación y eviten que el edificio vuelva a ser ocupado”. Fuentes del Ayuntamiento de Donostia solicitan además que “destinen algún uso al inmueble” con el fin de evitar que “se vuelva a repetir la misma situación en un futuro”.

Hace años que quedó descartado remozar el inmueble en su integridad, lo cual ascendía a unos seis millones de euros. Los vecinos han reclamado en varias ocasiones disponer del recinto para usos del barrio y se llegaron a recoger con ese fin hasta 3.000 firmas para que el edificio no fuera demolido. Durante ese impasse, la Sociedad de Ciencias Aranzadi también demostró interés por el inmueble como emplazamiento de su sede, algo que también quedó descartado.