Ikastolen Elkartea, Kristau Eskola y la confederación de AMPAS de Euskadi (Ehige) han coincidido en que la falta de “transparencia” del Departamento de Educación a la hora de calcular el índice de vulnerabilidad que determina el cupo de plazas que tiene que reservar cada centro educativo para alumnado desfavorecido ha sido la chispa que ha encendido la llama de la rebelión. La más mesurada en su reflexión ha sido la directora general de Kristau Eskola, María Eugenia Iparragirre, quien declaró a este periódico: “No ha habido transparencia y cuando digo esto no hablo de opacidad. Podemos entender que el precio a pagar por un sistema más igualitario sea que algunas familias se queden fuera, pero nos tienen que dar las herramientas para explicárselo a esas familias”. 

El consejero de Educación, Jokin Bildarratz, negó la mayor y anunció que comparecerá a petición propia en el Parlamento Vasco para explicar los pormenores de la campaña de matriculación del curso 2023-2024, una vez culmine el 20 de abril con la publicación de las lista de admisión definitiva. Bildarratz mostró su sorpresa ante las críticas de los últimos días porque, según dijo, toda la información es pública y se puede consultar en la web del Instituto Vasco de Evaluación Educativa (ISEI-IVEI). 

Efectivamente, el ISEI-IVEI ha colgado un documento que lleva por título ¿Cómo se calcula el índice de vulnerabilidad? en el que se dan todos los detalles sobre las variables familiares que sirven para definir si un estudiante es vulnerable, cómo se fija el índice de vulnerabilidad de un centro y el de cada una de las 56 áreas de influencia que configuran el mapa escolar de Euskadi, los tres valores sobre los que luego Educación determina el número de plazas que cada centro debe reservar para alumnado desfavorecido con el objetivo de equilibrar la matrícula entre los centros. 

¿Qué es alumnado vulnerable?

El índice de vulnerabilidad indica la proporción de alumnado que se encuentra en una situación de desventaja debido a variables que influyen en su desempeño académico. Es aquel que presenta necesidades educativas especiales, desconocimiento grave de la lengua de aprendizaje, bajos recursos económicos, altas capacidades e incorporación tardía. El concepto de vulnerabilidad que inicialmente se utiliza en la matriculación se basa fundamentalmente en la vulnerabilidad socioeconómica. “Para su cálculo se aprovecha la larga experiencia que se tiene en el estudio de la situación socioeconómica de las familias, mediante el cálculo del índice socioeconómico y cultural (ISEC), que cuenta con unas características muy similares en diferentes países y evaluaciones internacionales, además de nuestras evaluaciones de diagnóstico realizadas desde 2009”, dice el ISEI. Este índice ha mostrado gran estabilidad a lo largo del tiempo, incluso con las adecuaciones realizadas en el cuestionario de referencia. 

¿Qué es el índice de vulnerabilidad socieconómica?

Para el cálculo de este índice se utiliza un cuestionario que se realiza a las familias en el que se recogen preguntas sobre diferentes aspectos. La cuantificación de ellos se realiza con las respuestas a dicho cuestionario en el que se recoge información sobre titulaciones académicas, profesiones, libros de lectura, conexión a internet, libros de consulta, literatura clásica, prensa diaria y revistas especializadas (en papel o por Internet), televisión de pago, ordenadores, e-books, tablets, smartphones, automóviles, cuartos de baño, dormitorios, etc. El ISEI-IVEI indica que “cada uno de los elementos ofrece poca información de manera aislada, pero en su conjunto generan una información robusta y estable”. 

Departamento de Educación

Las cuestiones se agrupan en distintas variables y se ponderan generando una escala común con un valor para cada familia. Las variables son cinco y cada una tiene un peso similar para componer un valor familiar. Los estudios y la formación de la familia tienen un peso del 23,7%, las posesiones familiares un 20,3%, libros en el hogar, 19,3%, bienes económicos y culturales de la familia, 18,6% y trabajo, 18%. El valor resultante de la suma de estas cinco variables sirve como referencia para definir si el alumno o alumna se va a considerar vulnerable. 

Cálculo del índice de vulnerabilidad

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El índice de vulnerabilidad socioeconómica se calcula considerando el porcentaje de alumnado vulnerable de una zona o un centro educativo. Concretamente, cuando se define el índice de vulnerabilidad de un área de influencia, se tiene en cuenta el alumnado domiciliado en dicha área; la referencia no es el alumnado escolarizado en el área, sino el que realmente vive en ella. Se trata de equilibrar la escolarización con quienes residen en la misma área. Por otro lado, la referencia que se utiliza para el cálculo del índice de vulnerabilidad de un centro es el alumnado de dos años escolarizado; es decir, la proporción de alumnado con vulnerabilidad socioeconómica que está escolarizado en el centro con respecto a todo el alumnado del mismo. Para ajustar de forma progresiva el equilibrio en la escolarización de cada centro, el Educación fija un periodo de tres cursos para aquellos centros que tengan que incluir o reducir el número de alumnado vulnerable en más de un 10% con respecto a su representatividad actual. Este procedimiento se aplicará de manera gradual: hasta un 10% el primer año, hasta un 20% el segundo año, y el resto, en caso de que superara el 20%, el tercer año.