Kristau Eskola, organización que agrupa a más de 120 centros escolares concertados cristianos de Euskadi, no se negará a derivar alumnos a otros centros, aunque reclama al Departamento de Educación que no se les cambie a un modelo educativo diferente al elegido por las familias.

La directora general de Kristau Eskoka, María Eugenia Iparragirre, ha aclarado, en declaraciones a EFE, que, a diferencia de la posición adoptada por Ikastolen Elkartea, los centros cristianos cumplirán con el decreto del Gobierno vasco y no se negarán a derivar alumnos, aunque se ha mostrado crítica con algunos de los aspectos del nuevo sistema de matriculaciones.

En primer lugar, Kristau Eskola ha expresado su "total acuerdo con el objetivo de erradicar la segregación" y lograr "una sociedad más cohesionada y con igualdad de oportunidades para todo el alumnado".

No obstante, Iparragirre ha defendido que se garantice a las familias el derecho de elegir el modelo de educación, de manera que, en los ajustes para equilibrar los índices de vulnerabilidad de cada centro, no se deriven alumnos que han elegido escuelas concertadas cristianas a centros públicos y viceversa.

Derivados a otros modelos

La presidenta de Kristau Eskola ha explicado se están dando casos de niños cuyas familias han elegido un centro concertado y se les envía a un colegio público de otro municipio.

Del mismo modo, entiende que familias que eligen la enseñanza pública no estén de acuerdo con que se derive a sus hijos a centros concertados cristianos.

Kristau Eskola demanda también que se respete el número de matrículas obtenidas por cada centro en el proceso de prematrículas, de manera que ningún colegio vea reducido su número de plazas después de que se les deriven alumnos a otros centros para cumplir con los índices de vulnerabilidad. "Una cosa es que se tenga que restar alumnos, pero que no te quedes con menos", ha reclamado.

Transparencia

Iparragirre ha pedido "transparencia" porque en muchos casos no disponen de los datos ni los criterios utilizados para decidir las asignaciones, con lo que los centros no pueden explicar a las familias, que están "desorientadas", los motivos por los que los alumnos no pueden inscribirse en los colegios elegidos

"La carencia de transparencia no nos permite hacer esa pedagogía", lamenta.

Iparragirre ha dejado claro que Kristau Eskola desea trabajar "de la mano del Departamento" para llevar a buen puerto este nuevo sistema de matriculaciones.

Aclarar el proceso

"No estamos dispuestos a plantarnos, pero hay necesidad de aclarar este proceso", ha añadido, al tiempo que se ha mostrado comprensiva al afirmar que "las cosas que se hacen por primera vez puede ser necesario modificarlas".

Por ejemplo, se ha mostrado partidaria de ampliar el plazo de reclamaciones, que finaliza el próximo martes, en plenas vacaciones de Semana Santa para muchos colegios.