A sus 32 años, el zaragozano Pedro Lozano Alclea (mugikorrenauzia@gmail.com) es uno de los jóvenes empresarios más solicitados por su conocimiento sobre el metaverso. Confundador de Imascono, un estudio de tecnologías creativas especializado en realidad extendida que trabaja con clientes como Disney, Star Wars y Rafa Nadal, Lozano ofreció esta semana una charla organizada por ZarautzOn para explicar las posibilidades de este mundo virtual que parece estar tan de moda. Antes, y entre numerosas reuniones online, habló con este periódico.

Le definen como explorador del metaverso, pero, ¿qué es eso?

En general, hay que ser exploradores porque la vida es un cambio constante, desde los procesos más infantiles hasta la edad adulta. También en el ámbito profesional y de la tecnología. Creo que este término tendríamos que tenerlo todos en mente y deberíamos ser exploradores en la materia en la que trabajemos. La evolución o la transformación que ha supuesto la digitalización es bestial, los cambios cada vez son más rápidos, más cortos, y por eso hay que tener ese espíritu de explorador. En lo que se refiere a las tecnologías que dan forma al metaverso, pasa todo súper rápido. Parece que hoy sabemos todo sobre ello, pero en seis meses será muy diferente. Habrá evolucionado y nosotros mismos tenemos que seguir explorando continuamente cuáles son los siguientes pasos. Es un aprendizaje constante por lo que la curiosidad y la creatividad son fundamentales.

Trabaja con perfiles muy diferentes entre sí, desde Telefónica, Marvel y ‘Star Wars’ hasta Rafa Nadal y Ferrán Adrià. Parece que todo el mundo está interesado en el metaverso.

En nuestro caso, las dos aplicaciones principales que estamos haciendo de tecnología son de marketing y de comunicación y de formación y educación. Todas las marcas, dentro de esa transformación de la que hablábamos antes, quieren conectar con los nuevos consumidores generando un enganche y una relación con ellos más profunda y más cercana. Con estas tecnologías, con ese componente experiencial, no hay mayor atracción que generar una emoción y una experiencia positiva. Estas tecnologías te lo permiten y, por eso, todo este tipo de marcas están apostando por ello, Al final, si logramos conectar a los consumidores con sus marcas y generar ese sentimiento de emoción, se crea una mayor profundidad con ellas.

“Estamos en una fase muy inicial de lo que va a ser el metaverso y hay visiones contrapuestas. Son respetables, mientras se expliquen y justifiquen”

Se habla mucho del metaverso, pero, en general, ¿la ciudadanía conoce tanto lo que es como para pensar en un futuro nuevo consumidor?

Vivimos un tiempo en el que es necesario estar conectando continuamente con tu explorador. Como vamos a un ritmo tan rápido, vivimos en titulares y nos quedamos con que Facebook apuesta por el metaverso, o Facebook despide a mil personas, o el metaverso no es lo que parece. Nos quedamos en dos noticias de algo que, en realidad, se está construyendo. El concepto de explorador va alineado a que esto es algo que está en construcción. Estamos en una fase muy inicial de lo que va a ser el metaverso y hay visiones contrapuestas. Son respetables, mientras se expliquen y se justifiquen. Existe la teoría de que puede servir únicamente para compartir diversión, pero puede ir mucho más allá. En mi opinión, aunque el metaverso como tal no exista, ha sido muy interesante que Mark Zuckerberg lo haya puesto en boca de todo el mundo, porque así todos empezamos a escuchar esa palabra que supone una nueva generación de Internet. Debe ser una transición, una evolución. Creo que es importante que aunque los componentes que lo atesoran no existen, se vayan asimilando los mensajes más importantes de esta nueva generación de Internet y que vamos a pasar de relacionarnos en pantallas planas a hacerlo en otras bidimensionales. Es una nueva forma de relacionarnos, especialmente para los más mayores, ya que las generaciones Alfa y Z están acostumbradas a jugar de esta forma.

¿Nos hemos aburrido de nuestra vida real que necesitamos crear una nueva virtual?

Es algo que está muy ligado al entretenimiento, pero también a una etapa de la edad. Yo he vivido la aparición de la Game Boy, de la Playstation uno, la dos, la tres... Han estado en mi casa, por lo que el juego, la gamificación, el entretenimiento, es algo que me atrae. La parte de entretenimiento nos llega muy clara porque no deja de ser una evolución de estas consolas. En vez de jugar en pantallas planas pasamos a relacionarnos en entornos tridimensionales. No obstante, el metaverso tiene diferentes etapas y, según en qué etapa, va a tener una aplicación u otra. Creo realmente que va a ser una nueva generación de Internet que va a mejorar la experiencia virtual que hemos tenido hasta el momento. A mí, por ejemplo, me encanta poder estar haciendo esta entrevista contigo en persona, pero no puedo estar en todas las partes. El metaverso nos permitirá tener una experiencia mucho más inversiva de lo que es una videollamada tradicional. El metaverso no debe sustituir todo, porque no hay nada como lo humano y lo físico, pero debe ser el complemento de la realidad. Tenemos que sacar lo mejor del mundo físico, pero también lo mejor del mundo virtual. A día de hoy, no tiene nada que ver organizar un evento en Google Meet que hacerlo en el metaverso, porque la sensación de inmersión y naturalidad con lo que te mueves no tiene nada que ver.

“La ciencia ficción lleva mostrando desde hace años estos conceptos y lo fascinante es que hoy en día son una realidad”

Por lo que cuenta, es una tecnología que puede servirnos en nuestro trabajo, pero hay gente que va más allá e incluso asegura que puede generar nuevos empleos en ese mundo virtual.

Se trata de una industria que McKinsey tasó en una estimación para 2035 de cinco billones de dólares. Evidentemente, el mercado que se está generando es fascinante. En la actualidad, se están desarrollando cuatro categorías para aplicaciones, de la que una es el entretenimiento como tal, que sería un segmento más orientado a los videojuegos. Por otro lado, en el ámbito profesional, hay tres. Una sería el marketing y la comunicación para comercializar o publicitar los productos en este nuevo entorno. Luego están los eventos, que parece que pasan por ser en un formato híbrido entre lo virtual y lo físico. Tenemos datos como los del Mobile World Congress de Telefónica, donde estuvieron 1.500 personas físicamente y 35.000 virtualmente, por lo que la asistencia se multiplicó por 35. La posibilidad de impacto es mucho mayor. Por último, está la formación, cómo aprovechar estas mecánicas para capacitar las nuevas contrataciones. No tiene nada que ver hacer una mecánica de learning tradicional con un libro que hacerlo en realidad virtual, porque pasamos de aprender de forma pasiva a estar experimentando y estudiando. Así, se retiene mucho mejor lo que se está haciendo.

Muchas novelas y películas como ‘Ready Player One’ se han imaginado el futuro del metaverso. ¿Hasta dónde cree que puede llegar?

El metaverso tiene ese toque de ciencia ficción y yo lo utilizo en mis charlas. De hecho, la propia palabra viene de una novela de 1992 de Neal Stephenson, donde él ya hablaba de metaverso. Estamos hablando de 1992, pero hay muchos más ejemplos, como Star Wars, que es de 1977; Ready Player One, de 2018; Avatar, que es de 2009, o Dragon Ball, que también es de los 90. La ciencia ficción nos lleva mostrando desde hace muchos años estos conceptos y lo fascinante es que hoy en día esas innovaciones que nos parecían una locura son una realidad.

Es algo que siempre ha pasado, ¿no? Julio Verne, por ejemplo, ya imagino la llegada a la Luna antes de que pasara.

La ciencia ficción es un punto para inspirar creatividad, pero ahora mismo no hay un límite en el horizonte. Con lo que sabemos de computación cuántica y la evolución de la tecnología, el potencial es fascinante. De hecho, en marzo del pasado año Bill Gates decía que el reto tecnológico de la próxima década era desarrollar ordenadores con el tamaño de una patilla de unas gafas para realmente llevar encima un ordenador con una potencia bestial. Evidentemente, para llegar a ese punto deben pasar todavía muchos años y a corto plazo es difícil que ocurra, pero los móviles que llevamos encima cada vez son más potentes. La tecnología nos debe hacernos siempre más humanos y el objetivo es que la tecnología sea más humanista, más urbanizada, y que realmente sea un complemento que nos ayude a mejorar determinadas tareas. La tecnología nunca puede llegar a saturar, por eso decimos que la tecnología no es un fin, es un medio. Y el medio no puede saturar. Yo, por ejemplo, llevo las notificaciones apagadas. Solo tengo las llamadas. Estamos constantemente saturados de impactos, por lo que la propuesta pretende utilizar la tecnología con sentido.

“Creo que va a haber una nueva generación de Internet que va a mejorar la experiencia virtual que hemos tenido”

¿No cree que ese impacto debería controlarse en vez de tener que autocontrolarse?

Es complicado. La sociedad ha evolucionado a pasos agigantados y educar en la actualidad es un reto. Los niños reciben un dispositivo móvil a una edad muy temprana e incluso hay niños que consumen Youtube desde los uno o dos años. Los jóvenes se están educando con lo que ven en Tiktok y en Instagram. Es un momento generacional complejo. Creo que tiene que haber un control, porque a esas edades no tienes la madurez necesaria para autocontrolarte. Pero siempre ha pasado así. Volviendo a la Playstation, si no llega a ser por los límites que me ponían mis padres no los habría tenido. Si por mí hubiese sido, me habría pasado los fines de semana jugando. Te engancha con mayor facilidad porque estás en esa época de inmadurez dónde estás más centrado en el entretenimiento que en las responsabilidades.

En este nuevo universo también han surgido los NFT. ¿Son realmente un valor con futuro?

El tema de los NFT es un elemento importante que se ha ligado a la economía digital y también parte de un cambio generacional. Es a lo que se están acostumbrados los jóvenes, ya que interactuan con todo digitalmente. El otro día se lo explicaba así a Ander Herrera (el jugador del Athletic Club, con el que coincidió en las categorías inferiores en el Real Zaragoza), que no era capaz de entenderlo. Cuando éramos jóvenes íbamos a la tienda del barrio y comprábamos el álbum físico de los futbolistas de la Liga. Cogíamos los cromos y los que teníamos repetidos los cambiábamos en el vestuario. Exactamente lo mismo es lo que hacen los chavales ahora, pero con los NFT de los cromos virtuales. Entonces él me dijo: “Pero no es lo mismo. No tienes nada físico, eso no vale nada”. Ya, pero, ¿cuánto vale realmente un trozo de papel con pegamento por detrás? Sin valor artístico, el valor real que tiene no es nada. El cromo de Ronaldo valía más porque había menos que de cualquier otro jugador, no porque su cromo tuviera más valor. Ahora, hemos vuelto a lo mismo cambiando el medio. Interactuamos entre nosotros, pero en vez de hacerlo con elementos físicos, que tampoco valen nada, lo hacemos con la parte digital, que es el medio en el que estamos.

¿Cree que pueden convertirse en las nuevas obras de arte?

El arte no es otra más de las comparativas. La gente me dice que si hace una captura de pantalla de una NFT ya la tiene. Claro, yo también puedo ir al Museo del Prado a hacer una foto de un cuadro de Goya, imprimírmela y tenerla a tamaño real en mi casa, pero no es un Goya. No es igual. De hecho, la tecnología blockchain evita la copia con tanta facilidad como antes. Al final, todo se trata de complementar lo físico y lo virtual y buscar un fin que haga mejor la parte física.