Una serie de averías en los equipos de maquinaria para los trabajos de catenaria y la adversa meteorología impidieron que las obras del TAV previstas para ser completadas durante la noche del 27 al 28 de noviembre llegasen a tiempo. Así lo ha explicado el consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, a una pregunta por escrito formulada por EH Bildu en la que pedían explicaciones del caos ferroviario vivido el pasado 28 de noviembre en Gipuzkoa, cuando el servicio quedó suspendido durante poco más de seis horas.
Según se recoge en su respuesta, durante el fin de semana del 26 y 27 de noviembre se había establecido que las actuaciones a realizar por los tres contratos de obra en las inmediaciones de Donostia se llevarían a cabo conjuntamente con el objetivo de realizar un único corte del servicio. No obstante, una de estas operaciones, gestionada por ETS (Euskal Tranbide Sarea), no pudo completarse a tiempo como consecuencia de una serie de averías sobrevenidas tanto en los equipos ordinarios de maquinaria de catenaria como en los de reserva.
A ello se sumó un temporal de viento y lluvia que afectó principalmente a la tarde-noche del día 27 y a la madrugada del 28 y que llevó a ETS a paralizar los trabajos, priorizando la seguridad laboral de sus trabajadores.
El equipo gestor avisó de madrugada al centro de mando de ADIF que las tareas no estarían listas antes de las 5.00 horas, lo que dejó sin margen suficiente de tiempo a Renfe para que pudiera organizar un servicio alternativo de autobuses.
Como consecuencia de ello, ningún tren, ni de Cercanías, ni de Media Distancia ni de Larga Distancia pudo circular, dejando a miles de usuarios del territorio sin una alternativa para viajar. Ante esta avalancha de personas, varios servicios de Lurraldebus tuvieron que reforzar sus rutas, mientras que, según fue avanzado el día, Renfe pudo gestionar algunos traslados en autobús.
La afección, en total, duró poco más de seis horas y quedó resuelta una vez finalizaron los trabajos y pudo comprobarse la seguridad de la infraestructura.
