La selectividad de este curso continuará con el formato de la pandemia, con más opciones de respuesta que en los exámenes previos al covid-19 y preguntas tipo test. Así se recoge en la orden de los ministerio de Educación y Universidades que regula la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EBAU).

Los ministerios justifican el mantenimiento del modelo pandemia –más flexible y sencillo que la EBAU original– porque el alumnado que ahora estudia 2º de Bachillerato “ha cursado gran parte de su escolarización con restricciones y ha tenido que sortear dificultades que deben seguir teniéndose en cuenta a la hora de diseñar esta prueba”.

Por ello, los departamentos que dirigen Pilar Alegría y Joan Subirats consideran que es “recomendable mantener el diseño y las características del modelo de prueba de evaluación de Bachillerato que viene aplicándose desde el curso 2019-2020, con el objetivo de evitar incertidumbres en la comunidad educativa y solventar posibles situaciones de desigualdad entre el alumnado que debe realizar este modelo de prueba por última vez en el presente curso y los que lo hicieron en las convocatorias inmediatamente anteriores”.

Las pruebas deberán finalizar antes del día 16 de junio de 2023 y los resultados provisionales serán publicados antes del 30 de junio de 2023. El consejero de Educación, Jokin Bildarratz, saludó ayer la decisión adoptada por Madrid. Preguntado sobre esta cuestión, Bildarratz consideró que “sí se justifica” que los estudiantes que “han vivido una situación excepcional” por la pandemia puedan hacer una prueba de acceso a la universidad “adecuada a esa situación”. En este sentido, el titular vasco de Educación señaló que la prueba “ha funcionado bien” en estos dos años y no ve “mayor problema a que siga en la misma línea este tercer año”.

NUEVA SELECTIVIDAD

Bildarratz desligó esta decisión del “cambio estructural que nos viene para dentro de unos años como consecuencia de la aplicación de la Lomloe” y que pretende aplicar la evaluación por competencias de la ley Celaá. Cabe recordar que el Ministerio y las Comunidades Autónomas acordaron en la última Conferencia Sectorial de Educación que del periodo de implantación de la nueva selectividad se va a ampliar un año más, hasta el curso 2027-2028, “para garantizar un paso al nuevo modelo con unas mayores garantías, con mayor seguridad y con más tiempo”.

Además se ha redefinido el formato de la prueba para los años de transición, manteniéndose el sistema de ejercicios asociados a materia, que irán progresivamente adoptando un formato competencial. Por otro lado, se mantiene el objetivo de centrar la prueba en dos ejercicios (una prueba de madurez y otro específico de la modalidad cursada) y se modifica el peso de cada uno de ellos en la calificación final (60% y 40%, respectivamente).

Por último, se ha optado por no cerrar en esta primera fase cuestiones como el número de preguntas de cada ejercicio, número de textos o tiempos para la realización de cada prueba, a la espera de que se lleven a cabo las pruebas piloto en el primer semestre de 2023. Pasado el periodo transitorio, a partir del curso 2027-2028 el ejercicio general de madurez pasará a tener una ponderación del 75% y sustituirá a los ejercicios de las materias comunes. Se mantendrá, con una ponderación del 25%, el ejercicio específico sobre la materia de modalidad elegida por el estudiante. La prueba quedará así dividida en dos ejercicios: uno más globalizado y otro de materia, ambos con un enfoque competencial.

El ejercicio de madurez constará de un dossier formado por una serie de textos, imágenes, infografías o tablas sobre un mismo tema. Con este material, se pedirá al alumno o la alumna que realice un análisis desde diferentes perspectivas, respondiendo a diversos tipos de preguntas (cerradas, semiconstruidas y abiertas). El objetivo es valorar la capacidad del alumnado para analizar, valorar, extraer información e interrelacionar toda esa documentación.

EBAU

Aplazamiento

Las razones. El aplazamiento de la nueva EBAU viene después de las críticas recibidas por parte de varias instituciones al documento inicial propuesto por Educación. En concreto, la Real Academia Española (RAE) advirtió de las “insuficiencias” que contiene la propuesta del Ministerio y compartió el “malestar” de un grupo de coordinadores de las pruebas de acceso a la universidad de varias comunidades. En la nueva prueba de acceso, los alumnos tienen que contestar a 25 preguntas de tipo test y no podrán sobrepasar las 150 palabras en cada uno de los textos que redacten, lo cual rebaja la capacidad de expresión.