La OPE unificada de bomberos para Gipuzkoa y Araba sigue trayendo cola. El pasado sábado se celebró en el recinto Ficoba de Irun la primera fase de la convocatoria organizada por el Gobierno Vasco, a través de la Academia de Arkaute, para cubrir 114 plazas en las plantillas de las diputaciones guipuzcoana y alavesa, 68 y 46, respectivamente. Desde entonces, son varias las voces discordantes con el proceso, tanto a nivel individual como sindical. En esta ocasión, NOTICIAS DE GIPUZKOA habla con una de las 1.170 personas que se presentó al examen y que denuncia que “no se han respetado las bases” de la propia convocatoria.

La primera prueba de esta OPE constaba de dos partes: una teórica, que debía repartirse en 100 preguntas específicas con la labor desarrollada como bomberos y 20 adecuadas a la geografía de cada territorio; y una psicotécnica, con preguntas repartidas en cuatro categorías. La primera sorpresa que se llevaron quienes se examinaban fue que las preguntas específicas bajaron de 100 a 40, que “para todo el temario que tenemos no me parece adecuado”, apunta este aspirante. La segunda, que la parte geográfica “fue muy general”, siendo solamente ocho preguntas en vez de 20, que daban “algunas pinceladas” sobre los amplios conocimientos que deben estudiar y adquirir. “Fue de risa”, manifiesta el examinado, que confirma que la sensación de perplejidad fue compartida por buena parte de los presentes.

Más allá de la parte teórica, la psicotécnica también fue objeto de críticas, al considerarse que se le dio demasiado peso a ese bloque, además de dejar un tiempo muy limitado para completarla. “El temario específico se puede poner más fácil o más difícil, eso es asunto suyo y no te puedes meter mucho. Pero que un psicotécnico sea tan desproporcionado no tiene ningún sentido”, afirma este opositor, que es la primera vez que se presenta a una convocatoria para ocupar una plaza en Gipuzkoa.

Para aprobar esta primera fase y poder pasar a la segunda, había que acertar la mitad de las preguntas en cada bloque de la parte teórica y la psicotécnica. Algo que solo ha conseguido el 24,5% de los examinados, 287, según datos facilitados este martes por el departamento vasco de Seguridad. “La mayoría” de las 883 que han suspendido, incluyendo la persona con la que ha hablado este periódico, lo han hecho por no pasar el apartado dedicado al razonamiento mecánico de la parte psicotécnica. “La criba la han hecho ahí”, lamenta, “y tendría que haberse hecho en los conocimientos específicos, que son los que se utilizan en la labor de bombero”.

La sensación entre los aspirantes a bomberos, que “estan muy quemados”, es que Arkaute ha organizado esta OPE “deprisa y corriendo” y sin “tener en cuenta a quien se presenta al examen”. Y es que la convocatoria se lanzó este pasado julio y la primera prueba ha sido a finales de noviembre; menos de cuatro meses de margen previos para los aspirantes, cuando habitualmente la Diputación de Gipuzkoa ha dejado “seis meses mínimo” cuando ha sido la encargada de preparar las pruebas.

Entre ese 75,5% de personas que no han pasado a la segunda fase, se encuentran algunas que ya ejercen como bomberos en ambos territorios históricos, con varios años de experiencia y que llevan más allá de la convocatoria oficial preparando unas futuras oposiciones. “Llevar dos años estudiando, sin salir de casa, sin vida social, solo a ello. Y luego ir al examen y encontrarte algo así... Es terrible”, dice el examinado, que no ha trabajado aún en el territorio guipuzcoano, pero sí en Navarra.

De cara a cambiar la situación, las personas que han suspendido “lo único que podemos hacer es poner una reclamación” y esperar la respuesta del tribunal. Sin embargo, es a los sindicatos a los que “les toca la mayor de las papeletas”, según este aspirante, y los que “tendrán que hacer mucha presión”. Porque “no se han respetado las bases” y “el asunto es muy grave”.