Su nombre era Abdoulaye Coulibaly y quería cruzar la frontera para desplazarse a Francia, a la residencia de un tío suyo. Un sueño que se vio frustrado después de su larguísimio periplo. El migrante que falleció el domingo en el río Bidasoa es un joven de Guinea Conakry que llegó a Irun el 5 de agosto.

El Departamento de vasco de Seguridad ha confirmado que se trata de un joven de Guinea Conakry de 18 años cuyo fatal desenlace ya ha sido transmitido a sus familiares.

Los hechos sucedieron el domingo pasado, sobre las diez menos cuarto de la mañana, cuando el joven intentaba cruzar a nado el río junto a un amigo que sí logró su objetivo.

Según confirman fuentes del entorno de Abdoulaye, el malogrado africano llegó en patera a la isla de Grancanaria el pasado 23 de mayo después de ser rescatado en alta mar. Viajaba en un cayuco con 65 migrantes subsaharianos que tuvo que ser auxiliado a menos de una milla náutica -unos 1,8 kilómetros- de la costa de la localidad turística de Puerto Rico, en el municipio de Mogán (Gran Canaria).

ALTA VOLUNTARIA

Posteriormente, fue trasladado a un centro de Cruz Roja en Granollers, en la provincia de Barcelona, dentro de un programa de atención humanitaria. Voluntariamente dejó este dispositivo y se trasladó a Irun el 5 de agosto. Ese mismo día fue atendido en el dispositivo de Hilanderas de Irun, del que salío tres días después para intentar cruzar el río Bidasoa. Se hundió nada más adentrarse en el río.

Un testigo de los hechos trató de socorrerle pero se vio obligado a regresar por el peligro inminente de la fuerte corriente. Los bomberos trasladaron a tierra a Abdoulaye. Se encontraba en parada cardiorrespiratoria pero las maniobras de reanimación no dieron resultado y, minutos después, un médico de la ambulancia de Osakidetza certificó su fallecimiento.

Esta es la segunda muerte que se produce en menos de tres meses en similares circunstancias en el Bidasoa, ya que el pasado 22 de mayo fue rescatado en sus aguas el cuerpo sin vida de otro migrante que también trataba de alcanzar la orilla del otro lado de la muga.